“QUIERO QUE LAS TIERRAS IMPRODUCTIVAS DEL ESTADO VAYAN A MANOS QUE PRODUZCAN”
El Presidente aclaró que no busca una reforma agraria sino descentralizar la producción de alimentos para alcanzar una país más federal
El presidente Alberto Fernández aseguró este martes que el Gobierno debería tener un plan para darles las tierras del Estado a “los que quieran trabajarlas” con el objetivo de descentralizar la producción de alimentos y contribuir a una mejor distribución de la población en todo el país.
En una reunión virtual con el Equipo Técnico de Arraigo del Partido Justicialista, el Presidente habló sobre las fuertes desigualdades entre la zona central del país y las provincias periféricas.
En esa línea, planteó que la población que migró hacia los conurbanos de las grandes ciudades en busca de mejores oportunidades económicas sólo podrá volver a su lugar de origen cuando pueda tener garantizadas allí sus necesidades básicas.
“¿Cómo saco a alguien de Buenos Aires que vive en un barrio precario pero tiene teléfono, internet, celular, y lo mando al medio del campo donde no tiene nada de eso?”, se preguntó Fernández. Inmediatamente contestó que en esas condiciones no lo logrará “nunca”.
Según Fernández, uno de los desafíos del Gobierno es lograr que la infraestructura mínima de servicios llegue a cada rincón del país para que “la gente que vive alrededor de las grandes ciudades piense que volver a su pueblo es una buena idea”.
A su vez, dijo que el oficialismo tiene que “hacer un plan donde las tierras del Estado se den a los que quieran trabajarlas”, y explicó que “el otro gran problema que tenemos es que en Buenos Aires se concentra la distribución de los alimentos”.
“Nosotros tenemos que desarrollar la producción alimentaria en cada región del país para evitarnos todo el costo del transporte. Y cuando lo hagamos vamos a fomentar una agricultura familiar que va a ser altamente beneficiosa para la Argentina. Y tenemos que hacerlo con tierras fiscales que sobran”, agregó.
A modo de ejemplo, señaló que se producen alimentos en Santa Fe o leche en Córdoba, que luego vienen a Buenos Aires para volver a sus provincias de origen como producto terminado.
Fernández también apuntó contra los gobiernos de Mauricio Macri y de Horacio Rodríguez Larreta: “En los últimos cuatro años las tierras fiscales que les preocupaban eran las del centro de la Ciudad de Buenos Aires para hacer grandes edificios”.
Y contrastó: “Las tierras fiscales que a mí me importan son esos campos inactivos que podríamos dárselos a gente para que produzca y dé alimentos a las zonas aledañas”.
Fernández aseguró que este es un debate central que también beneficiará a las ciudades que actualmente “padecen el hacinamiento” de población pero “inexplicablemente siempre es postergado”.
“Uno habla de estas cosas y aparece el idiota que dice que está hablando de reforma agraria. Yo no le quiero sacar el campo a nadie, quiero que las tierras improductivas del Estado vayan a manos que produzcan, eso es todo lo que quiero”, dijo.
Finalmente, adelantó que cuando termine la pandemia no desea volver a la vieja normalidad de un diseño de distribución de recursos “fenecido” que sólo genera “pobreza e inequidad”.
Esta no fue la primera vez que el Presidente se refirió a la problemática de la tierra. Tras la ocupación del campo de la familia Etchevehere en Entre Ríos por parte de militantes del Proyecto Artigas, liderado por Juan Grabois, Alberto Fernández había asegurado que “la idea de buscar tierras para que la gente las explote no es descabellada”.
“Es una idea para volver a recuperar la vitalidad del campo, porque la realidad dice que en la historia argentina la producción de cultivos como la soja, que cada vez desemplea a más gente en los campos, permitió que toda esa gente se hacinara en zonas urbanas donde no tiene lugar donde vivir”, analizó.