MANIFESTANTES INSTALAN UNA GUILLOTINA FRENTE A LA CASA DE JEFF BEZOS
El fundador de Amazon, que encabeza la lista de los hombres más ricos del mundo con una fortuna que supera los 200 mil millones de dólares, es uno de los que peores sueldos paga.
La ciudad de Washington amaneció convulsionada luego de que cerca de cien manifestantes colocaran frente a la casa de Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de la compañía de comercio electrónico Amazon, una guillotina en reclamo de mejoras salariales.
Según la revista Forbes, el magnate acaba de superar los 200.000 millones de dólares de fortuna, pero no por ello abre la mano con facilidad. Bezos es uno de los que peores sueldos paga y las condiciones laborales no son precisamente las mejores.
De acuerdo al Washington Examiner, la protesta tuvo como principal premisa exigir la duplicación del salario mínimo para los trabajadores de la empresa, que en la actualidad reciben 15 dólares por hora.
“Deme una buena razón por la que no merezcamos un salario mínimo de 30 dólares cuando este hombre gana 4.000 dólares por segundo”, expresó Chris Smalls, ex empleado de la firma y quien lideró la protesta en el domicilio de Bezos.
Smalls reveló que fue despedido a finales de marzo luego de que protestara contra las condiciones laborales de la compañía en torno a la pandemia de Covid-19, trabajando por largas horas, sin una remuneración adecuada y con varios compañeros obligados a cumplir con sus obligaciones a pesar de estar infectados.
“Esto no es más que el comienzo. Iremos a todos y cada uno de los domicilios que tienes en el país”, prometió Smalls.
Antecedentes negativos
No es la primera vez que Bezos queda en el ojo de la tormenta en relación a las condiciones de empleo que ofrece su compañía.
En 2018 el senador estadounidense, Bernie Sanders, denunció que el empresario “gana más dinero en diez segundos que un empleado medio de Amazon en un año”.
También, salió a la luz una entrevista en la que se afirmaba que trabajadores de un almacén de la compañía en el Reino Unido orinaban en botellas para no interrumpir la jornada laboral por miedo a ser despedidos.