ECONOMÍA

MÁS 0 KM PAGARÁN EL NUEVO IMPUESTO AL LUJO

Tres de los cinco más vendidos en agosto son camionetas, que crecen entre las opciones porque no pagarán la tasa. El mercado acumula una caída de 38% en 2020 y suba de precios de 69% en los últimos 12 meses.
No sólo la crisis provocada por la pandemia y el coronavirus impactan de lleno en la industria automotriz, un sector que además cae si freno desde el año pasado. Ahora, además, también las ventas se verán afectadas por un nuevo impuesto a los vehículos de “lujo” y más autos nuevos lo pagarán.
De acuerdo con el último reporte de la Asociación de Concesionarias de Automotores (Acara) en los primeros ocho meses del año se registraron 214.306 patentamientos con una proyección para todo 2020 que rondaría las 290.000 unidades vendidas.
La variación interanual del acumulado del año expresó una retracción del 37,7% frente a los primeros ocho meses de 2019, período en el que se patentaron 343.860 unidades. En 2019 la cantidad total de ventas fue de 459.753 unidades, muy lejos de las más de 955.000 unidades del máximo alcanzado en 2013.
El número de vehículos registrados durante agosto ascendió a 30.418 unidades, lo que representa una leve baja del 0,2% contra julio y una caída del 35,1% frente a las 49.862 ventas del mismo mes del año pasado.
Una de las razones de esta caída es la pandemia, otra la suba de los precios. Según un trabajo de Acara, el Índice de Precios del Sector Automotor aumentó un 2,9 % con respecto a junio 2020. En términos interanuales, el índice presentó un alza del 69% para el mes. En lo que va del año acumula un aumento del 14,05 por ciento, explicaron desde la entidad.
La otra razón es que a partir de hoy comenzó a aplicarse la nueva escala del impuesto interno, o lo que popularmente se lo denomina como el impuesto al lujo, aunque no lo sea en esos términos.
A partir de hoy, las unidades que tengan un valor entre $1.4 millones y $ 2.6 millones antes de impuestos pagará una tasa de 20% que, en términos reales, significa una suba de 25 por ciento. La segunda escala es a partir de los $2.6 millones y abonará una tasa de 35 por ciento.
Lo que hizo el Gobierno es bajar el piso del impuesto pasarlo de $1,6 a 1,4 millones por lo que más unidades lo pagan. Y, además, en mercado que ajusta un 3% mensual los precios, más unidades caerán dentro del impuesto.
Esto impactará en el mercado de dos maneras. La primera es que las pick ups ganarán terreno y espacio en los salones de ventas ya que, como son material de trabajo, quedan exentas del impuesto al lujo.
Esto ya se puede ver en los números de las ventas. Según el informe de Acara de los patentamientos del mes pasado, tres de los cinco modelos más vendidos son pick up. La Hilux, de Toyota, encabeza el ránking de mayores ventas, seguida por dos autos (Fiat Cronos y Onix de Chevrolet). Pero en cuarto y quinto lugar vuelven las camionetas, con Amarak (VW) y Ranger (Ford).
Y esto que sucede hace dos meses se irá profundizando porque al no estar alcanzado por el impuesto interno no incrementan su valor y pueden sumar equipamientos. Buena parte de las camionetas RAM que se pueden ver en las ciudades están relacionadas que esta no es la primera vez que sucede algo similar: en 2008 también este impuesto tomó relevancia en un contexto de suba similar.
Para Ernesto Cavicchioli, secretario de la Cámara de importadores y distribuidores oficiales de automotores en Argentina (CIDOA), con el nuevo impuesto el mercado local perderá versiones o tendrá unidades con menos equipamiento. Hoy afecta a las versiones más equipadas del segmento SUV B Mercosur y a los sedanes segmento C Mercosur/México también. Por ejemplo la Honda HR-V paga en su versión EXL y VW discontinuó la versión Hero de su T-Cross. Lo mismo podría pasar con Tracker Premier (GM), Corolla SEG (Toyota) y otros.
El mercado pierde versiones o las mismas son desequipadas para evitar pagar el impuesto. Desde el punto de vista del consumidor, no parece negocio pagar un 25% del valor del modelo sólo por algún equipamiento extra. Ni hablar de un 53,8% en los vehículos de la segunda escala.
“Tengamos en cuenta que cuando la ex presidenta Kirchner reinstaló el impuesto en 2008 impactaba vehículos de USD 61.000 con un 11% de tasa efectiva. Es una cuestión de criterios definir que es o no lujo, o alta gama, pero está claro que un auto de USD 61,000 es completamente distinto a uno de USD 25.000. Además, se pagaba un ’encarecimiento’ del 11% contra un 25% actual”, explicó el también vicepresidente de Hyundai Argentina.

Esta nueva base afectará vehículos importados con precio público de USD 25,800 con un 25% de tasa efectiva que, de seguir el ritmo actual de devaluación diaria, terminará impactando en noviembre a autos de USD 23.500 antes de la nueva actualización a partir de diciembre (considerando una devaluación del 3% mensual). La segunda escala, por otro lado, impacta con un 53,85% vehículos de más de USD 59.700.
“Se actualizó solo el 50% de la devaluación y es por este motivo que cada vez afecta a más modelos y versiones. Los efectos son los mismos de siempre: distorsiones en el mercado, falta de variedad de modelos y pérdida de equipamiento de seguridad y confort. Los consumidores, además, pagan impuestos sobre impuestos, ya que inscripción inicial y patente se calcula no sobre el precio FOB sino sobre el precio al público, que incluye el interno. Lo mismo para los seguros y para el cálculo de bienes personales”, cerró Cavicchioli.

Comenta con tu cuenta de Facebook
¡Compartir Publicación!

Deja un comentario