EL QUINOTO, EL FRUTO OLVIDADO DE LA GASTRONOMÍA ENTRERRIANA
El quinoto o naranjo enano es uno de los cinco cítricos perfectamente adaptados a la geografía provincial, pero su uso ha sido relegado a ornamentación o pequeñas delicias de la cocina. La producción en baja escala no permite pensar en un mercado activo, comenta a AIM el experto en cocina regional, Ángel Sánchez. De todos modos, reconoce, lo pocos volúmenes producidos son llevados Buenos Aires donde hay una demanda más atractiva.
El quinoto o kumquat, es una de las variedades cítrico que crece en pequeños árboles. En la bibliografía no hay acuerdo y se los suele diferenciar, el quinoto del kumquat, pero para el gastrónomo entrerriano Ángel Sánchez, el que da esos pequeños frutos ovalados amarrillo oscuro o naranja, el quinoto es un tipo de kumquat, señala en diálogo con esta Agencia. Es una planta originaria de China, adaptada perfectamente a la geografía provincial, junto con las distintas variantes de cítricos: pomelo, mandarina, naranja y limón
En cuando a su explotación para el consumo, el experto en cocina plantea que “a nivel provincial hay poco volumen de producción, son más de tipo ornamentales, con pequeñas plantas. El uso más común en la cocina es como mermelada cuando es triturado o en almíbar cuando es el fruto entero. En algunos casos aparece como licor, que lo fermentan y lo extraen como la mandarina o la naranja. Crudos, hay quienes lo pelan y se comen la cáscara porque la parte de adentro es agria y la de afuera es dulce”.
En tanto como producto para la cocina, “en gastronomía se los suele usar como complemento estético. Se arma un plato y se coloca con una salsa o se cortan y se decora. Es ideal para esto por el tamaño, la forma y el color, amarillo y anaranjado es muy atractivo en la comida. Pero no hay mucha oferta”, insiste Sánchez.
La presencia de los arbustos de quinoto no es extensiva. “Hay muchos árboles sueltos, porque no tiene un gran mercado. Porque los ácido y dulce es muy poco consumido”, aporta el estudioso de las costumbres regionales. Además, agrega, “eue el arbusto genere muchos frutos lleva un mínimo de cinco años. En los primeros años son muy pocas frutitas”.
“La cuestión es el volumen de producción, porque cuando hay poco, todo lo poco se va enseguida. Los pocos volúmenes producidos, que salen de la costa del Uruguay salen hacia Buenos Aires con destino a la exportación”, indicó.