POLÍTICA

NEGOCIAN UNA EVENTUAL SUBA EN EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS

Algunas alimenticias le piden al gobierno venia para subir el precio de los alimentos. Dicen que subieron sus costos y tienen balances en rojo. Por otro lado, los productos de la canasta son los que más suben mes a mes.
Por Alejandra Gallo
@alegalloinfo

Lo que disparó el alerta amarillo fue un balance que Mastellone presentó ante la Comisión de Valores la semana pasada. La compañía admitió pérdidas por 1.198 millones de pesos en el primer semestre de este año.
Ese grupo se lo atribuyó, de acuerdo con el comunicado de prensa difundido, a un aumeno del 28% en los costos. Contener los precios de los alimentos son uno de los principales objetivos del Gobierno de Alberto Fernández.
Las cifras negativas se deben fundamentalmente al incremento en los principales costos operativos que, en promedio, fue del 28% en el primer semestre;. Entre ellos se destacan las paritarias, la inflación y la devaluación de la moneda nacional., rezó el documento de una de las compañías más grande del sector alimenticio. La cámara que las agrupa, Copal y que preside Daniel Fundes de Rioja, rápidamente recogió el guante y negocia con el Gobierno una eventual suba en el precio de los alimentos.
Lo funcionarios del equipo económico analizan desde varios aspectos esa posibilidad ya que este mes la suba del 4,5% en promedio de los combustibles (como el caso de YPF, por ejemplo) más el hecho de que los productos de la canasta básica, según datos del INDEC, nunca dejaron de subir durante la cuarentena por encima del promedio mensual de inflación componen un combo que complicaría las proyecciones para agosto y septiembre. Además, este año los economistas consideran que la inflación anual rozaría el 43%, aunque para el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, será menor al 40%.
Consumo, por el piso
La situación es compleja porque muchas alimenticias necesitan para producir insumos importados como el caco o el café que se cotizan en mercados internacionaes en dólares y que en esos casos subieron un 40% en lo que va del año así como el trigo o la harina, lo hicieron en 35%.
Otras empresas alimenticias lograron venia para subir sus precios antes de la pandemia y entonces entraron a la cuarentena con ventaja respecto de otras que no obtuvieron ese permiso hasta el mes pasado, cuando el Gobierno autorizó una suba en precios cuidados y precios máximos, que debería reveer a fines de este mes.
Por otro lado, hubo derrumbes en los consumos porque la demanda está por el piso, al margen de los efectos eocnómicos de la cuarentena. Datos del sector revelaron que las ventas de golosinas cayeron 30%, los alimentos congelados también bajaron hasta 40% y las bebidas no azucaradas se vendieron hasta en un 60% menos.
La mesa de los argentinos viene siendo un delicado combo de diversos factores desde muhco antes d ela pandemia y repercute directamente en los niveles de pobreza e indigencia en un año en el que, sin dudas, esos indicadores sociales se deteriorán de la mano de la crisis mundial.

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