LOS AUTOS AUMENTARON UN 290 POR CIENTO EN EL ÚLTIMO AÑO
Separados por segmento, el que mayor variación tuvo fue el de los sedanes y hatchback, y el que menos subió fue el de los SUV. La diferencia radica en que mientras ahora pocos autos pagan el impuesto interno, muchos SUV deben “topear” el precio para no pasarse de categoría
La inflación de enero publicada este miércoles por el Indec arrojó un 20,6% mensual para quedar en un acumulado anual del 254,2%. Así como para alcanzar el valor promedio se llega tomando distintos rubros y sus correspondientes índices, en la industria automotriz se puede hacer también una distinción de acuerdo a los segmentos de vehículos que hay en el mercado.
El promedio general de precios de todos los autos requiere un estudio profundo y detallado que arrojaría datos no tan precisos porque entre un año y otro se actualizan algunos modelos, se discontinúan otros y se lanzan vehículos nuevos. Además, durante este período existió la influencia del impuesto a los autos de lujo que desvirtuaba los precios, ya que no eran reales sino virtuales y topeados para no pagar un 20% adicional, que en la práctica no era real porque al momento de retirar una unidad, el sobreprecio era moneda corriente.
Sin embargo, si se hace una comparación entre los modelos que se mantienen en el mercado y se los segmenta de acuerdo a su tamaño y tipo, se puede analizar cuánto aumentaron los autos entre febrero de 2023 y febrero de 2024. Hay tres categorías bien definidas para esta comparación: los autos, donde entran los hatchback y sedanes, los SUV que combina segmentos B y C, y los utilitarios, que no pagan el impuesto interno y por lo tanto no tenían la influencia de los topes mencionados. En este último segmento entran tanto los furgones como las pick-up compactas y medianas.
En esta categoría hay muchos participantes, y la mayoría tuvo los precios “topeados” durante al menos 8 meses de 2023 a causa de la actualización trimestral de la base imponible del impuesto a los autos de lujo. Tomando diez modelos representativos de todas las marcas, tanto de segmento B como C y con algunos del mismo fabricante porque ofrecen más opciones de este tipo de autos y menos de utilitarios o SUV, el aumento de febrero a febrero promedia el 303%.
La razón está dada precisamente por el impuesto interno, que duplicó su valor el pasado 25 de enero, pasando de 14,7 a 28,2 millones de pesos, y generando que muchos modelos subieran rápidamente de precio para posicionarse en el valor que realmente hubieran estado si no hubiera existido ese arancel del 20% que todos querían evitar.
El muestreo de diez autos se hizo tomando una versión de cada uno de los modelos y comparando el precio de lista de febrero 2023 con el que está en vigencia desde la primera semana de febrero 2024. Así se puede ver que el Chevrolet Onix Plus aumentó un 237%, el Citroën C3 un 268%, Fiat Cronos 366%, Nissan Versa 375%, Peugeot 208 243%, Renault Sandero un 348%, Renault Logan 329%, Toyota Yaris 278%, Toyota Corolla 238% y el Volkswagen Polo un 318 por ciento.
Los Sport Utility Vehicle, el segmento en el que más oferta hay y sigue en aumento, también paga el impuesto interno, por lo que sus modelos tuvieron todo este año dos posibles situaciones de precio: dejar versiones debajo de la escala 1, como es el caso del que lideró las ventas de 2023, el Chevrolet Tracker, o situarlos entre la escala 1 y la escala 2. Esto hizo que algunos modelos subieran al cambiar la base imponible pero otros quedaran justo debajo del tope inicial de 28,2 millones de pesos.
Los diez modelos tomados como muestra y en los que están incluidas todas las marcas de los nueve fabricantes con plantas en el país, arroja que los SUV aumentaron un 273% desde febrero de 2023 a febrero de 2024. Este valor es menor al de los automóviles porque varios modelos estaban dentro del impuesto y no tuvieron la gran actualización de precios de febrero.
Las referencias tomadas son el Chevrolet Tracker con un aumento del 300% para su versión más equipada, el Citroën C4 Cactus con un 245%, Jeep Renegade 381%, Volkswagen T-Cross un 183% y Taos un 275%, Nissan Kicks 204%, Toyota Corolla Cross 194% y SW4 260%, Renault Duster 354% y el Fiat Pulse un 370 por ciento.
UTILITARIOS
En este segmento de vehículos definidos como comerciales porque se utilizan para producción y trabajo, entran los furgones, las pick-up compactas y las medianas o de una tonelada. Por esa razón, no sólo no pagan impuesto interno sino que además se venden con una distinta condición impositiva, ya que en lugar de pagar el 21% de IVA, sólo tributan el 10,5%.
Los diez modelos tomados como referencia arrojaron un aumento anual del 290%, y el detalle de los aumentos de precio por marca y modelo muestra que la pick-up Chevrolet S10 subió un 260%, el furgón Citroën Berlingo (en igual condición que el Peugeot Partner) un 296%, Fiat Toro 249%, Ford Maverick 212% y Ranger 376%, la camioneta Nissan Frontier un 280%, el furgón Renault Kangoo un 367% y la pick-up Alaskan un 247%, la Toyota Hilux aumentó un 330% y la Volkswagen Amarok un 285 por ciento.
En todos los casos, reemplazando algunas versiones de unos modelos por otras con distinto ajuste de precio, el resultado no varía demasiado. En Autos, modificando cuatro modelos por otros de la misma marca, el porcentaje de aumento podía bajar a 297% o subir a 304%. Si se hace lo mismo entre los SUV, el porcentaje subía a 276%; mientras que esa variación de aumento puede llegar al 292% en los utilitarios. En ninguno de los tres segmentos, cambiar algunos modelos por versiones más equipadas o más básicas, altera considerablemente el resultado general.