LA CANASTA BÁSICA PARA UNA FAMILIA SUPERÓ LOS $82.000
Un hogar de cuatro miembros (dos adultos y dos menores) necesitó $82.317 para adquirir los alimentos básicos y uno de cinco integrantes (dos adultos y tres menores) demandó hasta $ 86.433.
Con un aumento en febrero de 6,1% y un incremento promedio interanual de 106%, la canasta básica de alimentos para una familia tipo superó los $82.000, reveló un informe de la consultora Focus Market que precisó que huevos (23%), fiambres (17,2%) y papa (16,4%) fueron los productos que más subieron en el mes.
El relevamiento determinó que un hogar integrado por una persona sola necesitó $26.554 para alimentarse en febrero, en tanto que una pareja de adultos requirió $47.001 y uno de tres (una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años) demandó $65.331.
Por su parte, un hogar de 4 miembros (dos adultos y dos menores) necesitó $82.317 para adquirir los alimentos básicos y uno de cinco integrantes (dos adultos y res hijos menores) demandó $86.433.
En la perspectiva anual (febrero 2022 vs febrero 2023) el relevamiento de Focus Market puso de relieve que los productos que más subieron dentro de la canasta básica, muy por encima de la inflación anual (98,8%), fueron los fideos (175%), el azúcar (168%) y la harina (147%).
Por su parte, en febrero hubo bajas y subas moderadas como en el caso de aceite (-8,1%), condimentos (1,7%) y vinagre (0,0%). En forma interanual los que menos subieron fueron frutas (60%), yerba (63%) y aceite (72%).
Estos elevados niveles de precio se dan aún con la vigencia del programa Precios Justos, que establece aumentos promedios por debajo de los que se verifican efectivamente en pequeños establecimientos de alimentos.
“La canasta básica alimentaria a pesar de esto llega supera los tres dígitos con un 106 % de aumento promedio interanual”, indicó Damián Di Pace director de Focus Market.
Según el economista, la economía entró en una fase de inflación inercial donde aumentan los salarios, los insumos, los costos de los servicios, el transporte y todo termina repercutiendo sobre una variación de precios reprimida en las góndolas de las grandes cadenas y reflejada en las góndolas de los autoservicios nacionales y chinos.
“Es decir, tenemos una canasta alimentaria y de consumo masivo dual de acuerdo a donde uno compre y lo que cada uno consiga al visitar el punto de venta”, indicó Pace.