DECENAS DE VECINOS DE RECOLETA BAILARON EN LA CALLE SIN RESPETAR NADA
En las últimas horas se conocieron unas imágenes de Talcahuano y Arenales, en el centro porteño, donde el DJ Patricio Zambrano puso su música a todo volumen y se juntaron un gran grupo de vecinos de Recoleta.
Las autoridades avisan que lo peor está por venir pero los vecinos solo piensan en salir a correr y en recuperar las libertades que tenían antes que el coronavirus llegara a la Argentina. La cuarentena es difícil de soportar, es verdad, pero algunas accciones individuales no aportar a ayudar a la clase política.
En las últimas horas se conocieron unas imágenes de Talcahuano y Arenales, en el centro porteño, donde el DJ Patricio Zambrano puso su música a todo volumen y se juntaron un gran grupo de vecinos de Recoleta. Algunos aceptan la propuesta y bailan en sus balcones pero otros se mostraron sin respetar el distanciamiento social, algo que no tiene ningún sentido en este momento crítico de la pandemia.
Anoche, varias decenas salieron de sus casas y armaron una fiesta en plena calle, en medio de la pandemia. En las redes sociales estallaron los repudios, aunque hubo anticuarentenas que salieron a apoyarlos.
“Lo que ocurrió con los runners fue patético y lo de anoche en Recoleta da una bronca total”, criticó Tomás Orduna, el médico integrante del comité de expertos que asesora al Presidente, al analizar la fiesta que se dio ayer en barrio norte e insistió: “Salir a manifestarse como si fueran niños rebeldes me parece de una inconciencia absoluta”.
Orduna, en diálogo con AM 750, marcó la “ausencia absoluta de solidaridad” entre quienes se reunieron anoche a bailar frente al departamento del DJ Patricio Zambrano. El infectólogo resaltó que entre el medio centenar de personas que salieron a desafiar el aislamiento había personas que integran el grupo de riesgo y apuntó los efectos que tendría que algunos de ellos se contagia con covid-19: “Cada cama de terapia que se ocupa puede tener 3 semanas de ocupación. Todavía en AMBA tenemos un colchón de camas disponibles, pero no podemos tensar las cuerdas“.
Orduna señaló que puede existir una demanda espontánea de muchas camas, por ejemplo, si ocurriera “un brote de manera súbita en un geriátrico o en un parador, o un barrio, no nos va a dar el aguante de camas”. Y advirtió: “En dos o tres semanas van a seguir aumentando los contagios”. Según el infectólogo, el punto crítico de la pandemia será “cuando haya un 80% de camas ocupadas”.
El especialista integrante del equipo asesor del Presidente consideró que “hay que pasar este primer mes de invierno” y lamentó que, en cuanto a las fases del aislamiento, la decisión deberá ser si “quedamos acá o vamos para atrás” porque “para adelante no vemos horizonte”. En ese sentido, Orduna se mostró preocupado por “la cantidad de gente en la vía pública”.
“Tenemos que seguir apelando a la conciencia y vigilar quién se mueve. A nadie le gusta tener que estar vigilando tanto ante la autorresponsabilidad, pero lo de anoche nos indica que tenemos que estar vigilando“, lamentó.