ANTE OLA DE ROBOS, VECINOS AMENAZAN CON HACER JUSTICIA POR MANO PROPIA
Ocurre en Iguazú, donde colocaron muñecos colgando del cuello en las puertas de sus casas para intimidar a los delincuentes.
Por Florencia Guerrero
fguerrero@cronica.com.ar
Como dentro de una película del Lejano Oeste, en Iguazú, diversos robos en el barrio Zona de Granjas empujaron a los vecinos a tomar medidas extremas y visibilizar sus casos de forma intimidatoria: la semana pasada los portales de sus casas amanecieron con muñecos colgando del cuello.
Es que, según explicaron, en la zona se registran al menos tres delitos menores por día, obligándolos a extremar las medidas para espantar a los ladrones, quienes por lo general invaden las cabañas y los complejos turísticos del lugar. “Esperamos que con estas figuras colgadas del cogote entiendan que podemos actuar en nuestra defensa, para nosotros es emoción violenta”, explicó a Crónica Oscar Dellamea, uno de los tantos vecinos hartos de los robos, en plena cuarentena.
Por eso, cuenta, decidieron hacer un concurso de muñecos, como advertencia a los amigos de lo ajeno, y adelantó: “Quisiéramos que las autoridades entiendan que ante la cantidad de víctimas que hay estamos listos para defendernos”. Con esa frase, el comerciante confirma algo que las autoridades misioneras temen hace tiempo: ante la impotencia, la concreción de justicia por mano propia se instaló en la agenda provincial, amenazando con el descontrol jurídico.
En Iguazú, el 90% de los vecinos invirtió en equipos de vigilancia. Las casas parecen fuertes repletos de cámaras y sensores de movimiento, iluminación especial y otros dispositivos. Además, ante la falta de feedback a sus reclamos, armaron un grupo de WhatsApp para avisarse entre ellos si ven a alguien merodeando la zona.
Uno de los principales temores es que con mucha frecuencia los ladrones usan armas blancas para intimidar. Es que, aunque las estadísticas nacionales juren que los delitos han bajado durante el aislamiento preventivo, en la ciudad de la tierra colorada y las cataratas los robos van en aumento.
“Un domingo los propios vecinos llegamos a agarrar a cinco ladrones. En temporada eso no pasa porque la fuerza se vuelve más minuciosaà No tengo arma, pero si la tuviera no te lo diría porque si no van a decir que aliento la ley del oeste”, duda el comerciante, que también fue víctima de robos, el último la semana pasada, cuando dos hombres entraron a su casa, armados con un machete y un cuchillo, y lo amenazaron a él y a su familia.
Finalmente, él y sus vecinos lograron detener a uno, pero el susto no se lo sacan más: “Entraron como panchos por su casa -recordó a este diario-, saltaron un muro y violentaron un portón. Por suerte varios en el barrio vieron a través de las cámaras de seguridad que tenían tremendos puñales en la cintura”, expresó el empresario sobre los malvivientes, y manifestó su enojo porque “entran y salen” de la comisaría, lo cual sólo genera más angustia, por el temor de que intenten volver por venganza.
Según explica el vecino de Iguazú, en el barrio declararon abril como “el mes del afano” y por eso desde ahora cada año realizarán un concurso para ver quién hace el “espantachorro” más representativo, entre los 7.000 habitantes de la zona. Como antecedente, en 2018 hubo un violento intento de linchamiento de los vecinos hacia un joven al que señalaron por supuestas actitudes delictivas. Lo salvó una patrulla de efectivos de la comisaría 4ª, que lograron sacar al acusado de las manos de los enardecidos habitantes, y finalmente fue trasladado hasta la dependencia policial. Allí un médico tuvo que hacerle los primeros auxilios.
“Si la policía y la Justicia pelean por sus derechos, ¿quién hace eso por nosotros“, dice Dellamea, mientras él y quienes lo siguen comenzaron a asesorarse con un abogado penalista para conocer los peligros de actuar independientemente de la Justicia y hasta dónde puede estirarse la soga, bajo la proclama de hacer cumplir sus derechos, cueste lo que cueste.