EVENTOS SOCIALES

LA ODISEA CONCORDIENSE, DE LA RIQUEZA A LA POBREZA

La falta de distribución de la riqueza equitativa acumula pobreza estructural. Que valoración tiene la dirigencia política , gremial y social respecto a la responsabilidad social empresaria.Teniendo en cuenta la riqueza producida se debe debatir los ingresos de los trabajadores que produce esa riqueza. Un debate que es imprescindible darse en nuestra comunidad.

La desigualdad de los ingresos, rentas y producción son cuestiones centrales que desbordan ampliamente el terreno de lo político económico para ocupar lugares centrales en el debate de la dirigencia política, gremial y social. Estos temas están dominados por falsos supuestos que propagan los voceros interesados para invisibilizarlos.

La política es la encargada de ordenar y mal puede hacerlo cuando en su seno no se debate la desigualdad y se conflictúan temas absolutamente intrascendentes para la gente. El Estado municipal debe mostrar todas la herramientas políticas y acciones deliberadas que complementen al crecimiento económico y explicar cómo.

Concordia es una ciudad bifronte. Por un lado, un sector mayoritariamente agropecuario, extractivista y financiero que se beneficia merced a recursos naturales excepcionales de nuestro subsuelo y la fertilidad de su superficie. En el caso de la renta financiera, viene de la reforma financiera de la dictadura y de políticas propiciadas primero, por el menemismo y luego profundizada por el macrismo. Y por otro, la retribución a los trabajadores en relación con el valor económico creado y el alto grado de informalidad.

El Producto Bruto Geográfico (lo que se produce anualmente aproximado) en nuestra ciudad, muestra que en los años 2021/22 tuvo crecimiento y la tasa de desempleo descendió y la pobreza creció. Esto demuestra que cuanto mayor producción, mayor renta, mayor pobreza. Lo que constituye una correspondencia de causa y efecto, donde la primera es la causa de la segunda y la tercera.

En el cuadro se puede observar al comparar los datos económicos del departamento Concordia, entre lo proyectado para 2023 respecto del 2022, que las actividades de mayor crecimiento relativo en la estructura de conformación del PBG, son Comercio (incluyendo los servicios turísticos), las actividades de intermediación, las financieras, construcciones, suministro de electricidad y hotelería. Todas ellas actividades muy dinámicas y que reaccionan más fácilmente frente a otras como la agropecuaria con estructuras productivas rígidas y otras como Administración pública, salud y educación que en términos porcentuales ha disminuido por menor inversión del Estado, sueldos retrasados en sus ajustes y otras cuestiones que lo afecta.

Un indicador que tiene importancia en el crecimiento año tras años, es la construcción. En el año 2020, el departamento Obras Particulares del municipio se aprobó 54.044 m2; el año 2021 se registró 74.185 m2 y seis meses del 2022, 26.514 m2. ¿Ciudad pobre? Otro es la intermediación financiera que crece año a año, que supera al crecimiento de Salud y educación. ¿Ciudad pobre? Sí. Esto contempla los niveles de endeudamiento que tiene la familia concordiense.

Cuando el trabajo no dignifica.

Resulta oportuno analizar la actividad agropecuaria que representa el 30% del PBG. Por convenio, las remuneraciones de los trabajadores de la fruta a diciembre 2022 hasta abril 2023 (nuevo convenio), un capataz de cosecha percibía $ 77.853 y un cosechador $ 72.206 mensual, el embalador armador de cajones $ 80.650 (ver recuadro). A diciembre de 2022, según el INDEC, la Canasta Básica Total mensual que necesitaba una familia compuesta por matrimonio y dos hijos (sin contemplar el pago del alquiler de la vivienda) de bolsillo fue de $152.512 y la Canasta Básica Alimentaria, de $67.187. A partir de abril/23 los trabajadores tuvieron un aumento del 50% no remunerativo y un 35% desde el 1 de julio, pero la familia necesito $ 203.361 pesos para no ser pobres. Es evidente que los aumentos salariales derivados de la paritaria no cubren sus necesidades y la falta de protección legal los mantiene en una situación de constante pobreza.

Según el Sindicato de la Fruta, todos los días parten desde Concordia a cosechar en Federación, Chajari y Mocoretá, entre 4.500 y 6.000 trabajadores, de los cuales el 99% de los cosecheros se encuentran en la informalidad y un 50% de los de empaques. Estos trabajadores produjeron durante el año 2021 29.686.924 cajones de frutas fresca y 20.269.589 frutas para industria. En el 2022, 28.659.082 cajones de fruta fresca y 24.447.519 de frutas para industria. Estos niveles de producción se vienen dando desde hace años (ver recuadro). Entre el 6 y 7% de esos volúmenes se exporto, el resto mercado interno.

Una economía que crece, que tiene más ganancias, crea condiciones para plantear una distribución distinta. Pero, la inmensa mayoría de los trabajadores, verdaderos motores de la economía, parecen condenados a mirar desde afuera y desde abajo la riqueza que se produce en nuestro departamento de 3.269 km2.

De qué hablamos cuando decimos trabajadores en la informalidad

La informalidad en el sector es un fenómeno heterogéneo y complejo que repercute no solo en la desigualdad social y en la asignación de recursos necesarios para accionar en modo efectivo a favor de una justa distribución de la riqueza, sino también traen aparejados un lamentable desempeño económico de largo plazo. A estos trabajadores sin cobertura social, con ingresos que orillan la indigencia, en este sector, sus empleadores los registran 5 o 6 días por mes y de esa forma no pueden acceder al beneficio interzafra, que le otorga el Estado cuando termina su actividad en diciembre hasta la nueva zafra que empieza febrero-marzo. Por ese fraude que hace el empleador no tienen ese beneficio. Solo mil trabajadores lo reciben sobre doce mil. ¿Se estará cumpliendo lo prometido por la Cámara de Exportadores, la intendencia y el gremio, de regularizar la informalidad de 5.000 obreros?

Frigerio, y sus dirigentes en nuestra ciudad están muy preocupados por la pobreza y no por la desigualdad. Tiene respuesta: este término incluye a las formas de acumulación de riqueza de los que ellos representan. Tratan de imponer que la distribución del ingreso tiene que ser, en realidad, a favor de las empresas que deberían aumentar su productividad y pagar menos impuestos. De lo contrario empiezan los problemas en torno a la rentabilidad y no invierten.

Un ejemplo: “Háganse cargo de la pobreza, no busquen responsabilidades donde no los hay. ¡En Chajari no hay pobreza como acá, déjense de culpar al citricultor por las bajas remuneraciones que se pagan! dicen los concejales del PRO. Un productor de esa localidad preocupado porque “Los planeros no quieren trabajar. No se consiguen cuadrillas para cosecha”. Los concejales saben que el municipio de Concordia se hace cargo de la familia de esos trabajadores pobres que cosechan “en negro” en Chajari. Si los productores cumpliesen con las leyes laborales y salarios justos, sería fácil la solución. El gasto social representa 1,9 puntos del PBI. En exenciones, en empresarios que evaden impuestos o pagan la mitad de los impuestos (donde no son pocos los evasores en este sector), son 4,6 puntos del PBI.

El peronismo que es condición ascendente, tiene el desafío no solo de mejorar los indicadores sociales que erosiona a cualquier candidato, sino debe desarrollar un mensaje emocional que genere esperanza a los sectores medios, medios bajos y los jóvenes (25% del padrón), que han sufrido los embates del macrismo y que todavía no ven una solución a sus dramas. Los dirigentes debemos buscar a través de una narrativa que los concordienses relacionen la desigualdad de los ingresos con sus propios problemas, que se entienda el fenómeno del “trabajador pobre”. Si se ayuda a ver que las desigualdades no son fruto del azar sino, un dolor mal distribuido, confrontarán con convicción a las irracionalidades de los Frigerio, Bullrich, Larreta, Milei y al Fondo Monetario Internacional.

Informe : por Luis Edgardo Jakimchuk

Fuente – Diauno.ar

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