“A LA BUENA DE DIOS (EL PROPIETARIO)”

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Milei ha profundizado aún más las divisiones entre quienes lo apoyan y quiénes no. Un ejemplo es la derogación de la ley de alquileres, que deja a los inquilinos en una situación de vulnerabilidad al eliminar ciertas protecciones. A partir de ahora, propietarios e inquilinos deberán negociar la duración del contrato y los aumentos (podría llegar a ser cada 2 meses). Además, los contratos podrán registrarse en dólares y, en caso de rescisión, el inquilino deberá pagar un 10% del contrato restante. Las mejoras y reparaciones en la vivienda dependerán de la negociación entre ambas partes.
FUENTE EL HERALDO