PROVINCIALES

HABILITAN UNA DEMANDA POR UNA MUERTE ATRIBUIDA A LA VACUNA DEL COVID-19

Casi al mismo tiempo en que se anunció el fin a la emergencia sanitaria por Covid-19, familiares de una persona que falleció en el Hospital Militar de Paraná presentaron una demanda con pretensión indemnizatoria ante la justicia federal, por considerar que la muerte se produjo como consecuencia de la aplicación de la vacuna.

M., paranaense de 68 años, falleció por un paro respiratorio debido al síndrome de Guillain-Barré, diecinueve días después de la aplicación de la primera dosis de la vacuna Sputnik contra el Covid-19.

En su caso, los primeros síntomas se manifestaron doce días después de recibir la vacuna con un cosquilleo en el brazo derecho; entonces su médico de cabecera ordenó una radiografía e hizo una consulta con un neurólogo y tres días más tarde dieron con el diagnóstico. Para ese momento ya no podía trasladarse por sus propios medios y lo hacía en silla de ruedas, por lo que inmediatamente fue internada en terapia intensiva del Hospital Militar de Paraná, donde falleció a los pocos días, en 2021.

El síndrome de Guillain-Barré es una inusual enfermedad neurológica, un trastorno autoinmune que afecta al sistema nervioso y genera la parálisis progresiva de los músculos. Especialistas sostienen que se manifiesta una cada 100 mil personas y, si bien aún se desconocen las causas exactas, se estima que puede tratarse de la reacción del cuerpo frente a un extraño virus o bacteria que no reconoce como propio.

Hace algunas semanas, casi en paralelo al anuncio del fin a la emergencia de salud global por Covid-19 que hiciera la Organización Mundial de la Salud (OMS), familiares de M. presentaron una demanda con pretensión indemnizatoria ante la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná por considerar que el fallecimiento se produjo como consecuencia de la aplicación de la primera dosis de la vacuna Sputnik.

El quid de la cuestión será demostrar la causalidad, es decir, si existe una conexión directa entre la vacunación y la muerte, además de que queden excluidas y descartadas otras posibles causas.

Las vacunas y un fondo de reparación

Las vacunas salvan millones de vidas cada año. Eso está fuera de discusión. El desarrollo de vacunas seguras y eficaces contra el Covid-19 fue un paso crucial para retomar el ritmo de vida anterior a la pandemia.

En la Argentina se aplicaron 115.775.798 dosis al 76,15 por ciento de la población.

Como en todo el mundo, las vacunas han tenido una autorización de uso en emergencia que confirma su seguridad y eficacia, pero no descarta que su aplicación pueda conllevar daños asociados o causar reacciones adversas graves. Por ese motivo, el Ministerio de Salud ha creado un Fondo de Reparación para indemnizar a aquellas personas que eventualmente padezcan un daño en la salud física como consecuencia directa de la vacuna.

La compensación económica es un mecanismo que se utiliza en diversos países y, en la Argentina, “abarca a quienes recibieron alguna de las vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra la Covid-19 dentro del territorio nacional”.

Para tramitar el pago, el evento adverso debe haber sido “previamente notificado a través del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino” por el personal de salud que asistió a la persona presuntamente damnificada, y esa presentación debe, a su vez, ser evaluada por Comisiones Médicas Jurisdiccionales.

Se establece, además, que los materiales a evaluar por la Comisión Médica Jurisdiccional serán recurribles dentro de los quince días de su notificación ante la Cámara Federal de Apelaciones con asiento en la jurisdicción del domicilio que consta en el Documento Nacional de Identidad de quien pretenda el resarcimiento.

Los familiares de la mujer sostienen que en el certificado de defunción emitido por el Hospital Militar de Paraná consta que “la causa de la muerte fue por el síndrome de Guillain-Barré, por efecto secundario de la vacunación” y aseguran que eso podría ser corroborado por los médicos que la trataron durante el período de internación.

Sin embargo, la Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas rechazó la pretensión indemnizatoria por considerar que “no se logrado establecer en este caso particular una relación de causalidad entre la aplicación de la vacuna contra el Covid-19 y el evento adverso supuestamente atribuible a la vacunación e inmunización denunciado”. Dice, concretamente, que “no se realizaron los estudios para descartar otras causas del síndrome de Guillain-Barré de acuerdo a las recomendaciones para el estudio de esa patología” y lo califica como un “evento no clasificable”.

En la demanda presentada ante la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná, los familiares admiten que el Hospital Militar de Paraná omitió denunciar ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) que el fallecimiento se habría producido como un “evento adverso supuestamente atribuible a la vacunación e inmunización”. Pero aseguran que en la historia clínica constan los estudios complementarios que se le realizaron a la mujer y que llevaron a determinar la causa de muerte como consecuencia de la vacunación.

El caso es inédito, el primero en Paraná y en la provincia; aunque en la demanda se consignó que el Ministerio de Salud de la Nación tiene relevados cuatro casos de personas con síndrome de Guillain-Barré como posible efecto secundario de la vacuna en la Argentina.

Que la Cámara Federal de Apelaciones haya admitido la demanda es apenas una formalidad. No hay lugar a especulaciones en ello. Así lo establece la resolución del Ministerio de Salud que creó el Fondo de Reparación. El caso, muy posiblemente, será remitido al Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y, las conclusiones serán determinantes.
DE LA REDACCIÓN DE PÁGINA JUDICIAL

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