PROVINCIALES

ECHAN A UN ENFERMERO QUE PEDÍA FOTOS A UNA PACIENTE INTERNADA

El Ministerio de Salud dispuso la cesantía de un enfermero del Hospital San Martín que había sido denunciado por abuso sexual por una paciente internada en la Sala de Traumatología, hecho que no se pudo probar aunque sí se comprobó una actitud reprochable del trabajador: logró conseguir el número de celular de la mujer y comenzó a enviarle mensajes por whatsapp pidiéndole fotos de sus partes íntimas.

El hecho ocurrió la noche del 12 de noviembre de 2016 pero el sumario recién pudo cerrarse el 22 de noviembre de 2022, seis años después, y se conoció este martes 18 de abril tras la publicación en el Boletín Oficial del decreto Nº 4.014 por el que se dispuso la cesantía de uno de los dos enfermeros que habían resultado acusados del delito de abuso.

Todo se inicia a partir de una denuncia que efectuó la propia paciente al día siguiente de los hechos, el 13 de noviembre de 2016, que derivó en la intervención de la Policía, primero, y la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual, después, y más tarde del Ministerio de Salud. La paciente denunció a dos enfermeros de la Sala de Neumonología –a ese lugar la habían destinado por falta de camas en Traumatología-, quienes el 12 de noviembre, cerca de las 23, ingresaron a la sala donde permanecía y “mediante acciones consistentes en la introducción de dedos en la vagina, como así también obligándola a realizar movimientos masturbatorios al pene de uno de ellos. El ilícito denunciado fue presuntamente cometido en el lugar de trabajo, lo cual además de resultar violatorio de los derechos individuales de los pacientes, refleja falta de respeto y decoro por parte de los agentes sumariados en su ámbito laboral”, dice el decreto.

Uno de los enfermeros señalados como autores de los abusos testimonió: “Yo trabajaba en el Servicio de Neumonología del Hospital San Martín. Ese día, o sea el viernes 11/11/16 al domingo 13/11/16 trabajé de 18 a 24 horas. El día viernes fui a tomar la guardia con mi colega (…), y nos dicen que en la cama N° 6, no recuerdo bien el número de cama, había una paciente que bajaron de quirófano con cama prestada de Traumatología, o sea que como no había cama en Traumatología, la llevaron a mi sala, porque se le había suspendido la cirugía. Tomé la guardia con mi compañera y luego entraron los traumatólogos y le hicieron una férula de yeso a las 18,20 aproximadamente del día viernes 11/11/16. La paciente estaba pasada de dolor, gritaba mucho, los médicos me indicaron un analgésico y luego fui y se lo coloqué en presencia de la hermana y de la mamá. Le pregunté que le sucedió y me contó que iba por la vereda y le tiraron un cajón de coca-cola sobre la pierna. En ese momento mira a su madre y le dice: `Mamá: esto es una emergencia, ¿Cómo no me van a operar? Tenés que llamar a los medios`. En ese momento le dije a la hermana que se tranquilice y venga mañana sábado por la mañana, y hablé con el médico de cabecera y le pregunté cuando la operarían. Ese fue el contacto que tuve con la paciente”.

Distinta fue la situación del otro enfermero denunciado, Javier Martínez, a partir del testimonio de otro trabajador, Francisco Estaban Ríos, quien contó en el sumario: “El día 12/11/16 entraba a las 22 horas a trabajar, le entregan las novedades y dentro de ellas estaba que a la paciente MP la trasladaban de la Sala 5 Neumonología a la Sala 10, que es Traumatología de Mujeres. La guardia saliente se retira y tipo 22;30, aproximadamente, se acerca el enfermero Javier Martínez al office de Enfermería, donde se encontraba el declarante junto a la Enfermera Jesica Hein, y les pide permiso para ver a la paciente MP, ingresó y permaneció cerca de cinco minutos, y luego se fue; refiere que él y Hein, durante las guardias, permanecen en el Office, o en la Sala de Traumatología, asistiendo a los pacientes; …que la Sala de Traumatología durante la noche permanece cerrada, desde dentro ellos mismos la cierran, si alguien quiere ingresar a la Sala indefectiblemente debe pasar por el Office para que ellos le abran la puerta; … que la noche permaneció normal sin mayores inconvenientes; él le controló signos vitales a MP, el suero, porque ella tenía una vía periférica en el brazo, le controlo el suero, que tenía analgesia, que esa medicación no afecta el entendimiento o función neurológica, no lleva a la somnolencia; todo estaba bien, a la madrugada, en una pasada de control, la paciente le pidió una frazada, porque tenía frío; que antes de que llegue Martínez no tuvo contacto directo con la paciente MP, solo recibió la información de la guardia, luego que Martínez se fue, recorría la sala y solo estuvo y habló con ella cuando le pidió una frazada, porque tenía frío, pero aclara que estaba más dormida que despierta”.

En la Justicia, el caso quedó en manos del fiscal Leandro Dato, de la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual, quien a lo largo de tres años de pedidos de informe desde el Ministerio de Salud no aportó demasiado. El informe judicial que transcribe el sumario da cuenta que “se está investigando a las personas denunciadas, recepcionándose declaración solo a uno de ellos, al 08/08/2018 –dos años después de la denuncia-, continuando así, al menos hasta el mes de octubre de 2019. Con posterioridad, se recibieron las copias certificadas de las actuaciones penales glosadas (…) consistente en copia de la denuncia, información extraída del teléfono celular de la denunciante que da cuenta de una foto y mensajes que le enviara el agente Martínez a la señorita MP, mediante la aplicación WhatsApp, y, copia de la declaración de imputado del nombrado”.

Después del último informe reportado por la Fiscalía, correspondiente a 2019, tres años después del hecho, desde el Ministerio de Salud se requirieron nuevos reportes sobre el avance de la investigación penal, “de los que no se obtuvo respuesta”, según el texto del decreto.

Así pues, sin tener novedades sobre el avance de la causa penal, el Ministerio de Salud decidió sancionar las faltas administrativas del enfermero denunciado –uno de los dos; el segundo, quedó sobreseído- y concluyó en que “se entiende por suficientemente acreditados los hechos que se imputan al encartado Martínez, en el Decreto N° 229/2017 MS., en relación a su responsabilidad administrativa como agente público, resultando un indicio claro y determinante, en relación a la conducta que se le atribuye, los inapropiados mensajes que le remitiera a la víctima (…). En tal sentido, se entiende que su reprobable conducta en su lugar de trabajo, es a todas luces violatoria de los derechos individuales del paciente, además de reflejar falta de respeto y decoro, en el ámbito de trabajo, circunstancias debidamente acreditadas conforme las probanzas colectadas”.

De ese modo, se ordenó su cesantía.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora

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