EL CLERICÓ ENTRERRIANO TIENE SU FÓRMULA PARA LOGRAR UNA COMBINACIÓN EQUILIBRADA
En distintos países el clericó es una bebida que tiene connotaciones particulares que muchas veces se pueden ver en las películas de Hollywood, pero en “Entre Ríos se instaló una combinación de ensalada de frutas con vino tino, ‘sin burbujas’”, describió a AIM el cocinero y experto en gastronomía regional, Ángel Sánchez.
La tradicional bebida de las mesas de fin de año se fue perdiendo a la medida que fueron ingresando otras costumbres. La bebida popular antes fue sufriendo algunas transformaciones en su fórmula, cuenta a esta Agencia el docentes y especialista Ángel Sánchez. Es así que el clericó se fue inclinando por incorporar la sidra en lugar del vino como ingrediente y luego “se le incorporó el espumante también, el vino blanco espumante”.
Pero apegado a la receta de arraigo cultural, Sánchez plantea que el “formato tradicional” del clericó es “el vino tino dulce, tipo de mesa, tipo Carlón de Mesa, con el que se dio origen al clericó. Es una bebida que en la tradición se piensa como la bebida que pueden tomar todos y se usa para el brindis. No se brindaba como se hace ahora con champagne, se brindaba con un clericó, que era el postre y el brindis. Porque es una ensalada de frutas que lleva vino. La proporción que se usa es un litro de vino por cada 5 kilogramos de frutas. Es el vino diluido a un quinto, que queda como muy bajo en alcohol”, detalló. Luego sí, admitió, está también que los adultos, en esa imagen que hace acordar a los abuelos, luego iban agregando a su copa un poco más de vino en un brindis que se alargaba en las sobremesas de las fiestas de fin de año.