TRABAS LABORALES PARA LA MUJER
La recuperación y creación de empleo ha sido parcial y más lenta que la reactivación en la actividad económica. Las brechas de inserción laboral entre hombres y mujeres se han profundizado y las mujeres presentan una reinserción laboral más lenta y enfrentan más dificultades para encontrar trabajo. La tasa de participación de las mujeres en el segundo trimestre fue del 49,1 por ciento, es decir, 3 puntos porcentuales por debajo de la del mismo trimestre de 2019 (52,1 por ciento), mientras que la tasa de participación de los hombres alcanzaba un 71,8 por ciento, una cifra 2,4 puntos porcentuales por debajo de la del mismo período en 2019 (74,2 por ciento), según un informe de Cepal Y OIT que releva 14 países de Latinoamérica.
La reincorporación de las mujeres a la fuerza laboral a un menor ritmo se da en un contexto en el que muchas de las actividades escolares y de cuidado aún no se han retomado totalmente. Los gobiernos de la región enfrentan el desafío de apoyar el ingreso y la reinserción laboral de los segmentos más vulnerables de la sociedad -especialmente mujeres y jóvenes- y, al mismo tiempo, favorecer las condiciones para la creación de empleo decente, sobre todo entre las micro, pequeñas y medianas empresas.
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En el segundo trimestre de 2021, la tasa de ocupación de las mujeres se encontraba 3,8 puntos porcentuales por debajo de la registrada en el segundo trimestre de 2019 (un 43,2 por ciento frente a un 47 por ciento), mientras que la de los hombres se ubicaba 3 puntos porcentuales por debajo si se comparan ambos períodos (un 65,8 por ciento frente a un 68,8 por ciento). Esto indica mayores dificultades para una reinserción laboral exitosa en el caso de las mujeres, posiblemente debido a su mayor participación en sectores que aún no se recuperan plenamente, como el trabajo doméstico remunerado y el empleo en sectores de servicios y comercio.
La recuperación del empleo se ha constatado principalmente entre los trabajadores por cuenta propia, mientras que el empleo asalariado aún se encuentra rezagado, lo que sugiere que el aumento de la tasa de ocupación está asociado a una menor calidad del empleo. A su vez, la dinámica inflacionaria observada en los primeros seis meses del año podría tener un impacto negativo en la remuneración real de los trabajadores y, por lo tanto, en el consumo de los hogares.
En este contexto, las brechas tanto en la tasa de participación como en la tasa de ocupación por sexo se han incrementado desde el comienzo de la pandemia, y la recuperación del último período no ha alterado esta situación. Como resultado de estas tendencias, la tasa de desocupación aumentó relativamente más en el caso de las mujeres. En el segundo trimestre de 2021, la tasa de desocupación de las mujeres alcanzó un 12 por ciento, y la de los hombres llegó al 8,6 por ciento. La brecha de la tasa de desocupación por sexo pasó de 2,3 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2019 a 3,4 puntos porcentuales en el mismo período de 2021, explica el informe.
Si bien se prevé que el año cerrará con un crecimiento económico del 5,9 por ciento para la región, no será suficiente para recuperar el nivel del producto ni de empleo registrado en 2019. Por lo tanto, los mercados laborales habrán enfrentado su segundo año de una crisis sin precedentes.
Argentina
Para afrontar el desempleo y la inserción laboral dispar el gobierno implementó diferentes programas y medidas. El programa Registradas fomenta de manera directa el empleo formal en mujeres, pone el foco en la recuperación económica, la generación de empleo y la inclusión social para trabajoras de casas particulares.
El sector que emplea a 1 de cada 5 mujeres se encontró en una profunda crisis con el advenimiento de la pandemia. El programa Registradas, impulsado por el Ministerio de Mujeres en conjunto con el Ministerio de Trabajo, tiene como objetivo fomentar que las trabajadoras de casas particulares puedan estar insertadas en el mercado laboral formal. El programa contempla el pago de hasta la mitad del sueldo por seis meses para las trabajadoras que sean registradas.
A su vez, el Banco Nación abrirá una cuenta gratuita a nombre de las trabajadoras, para el cobro del sueldo. Esto es un fomento directo a la bancarización de un sector que suele no estarlo y la bancarización implica mayor estabilidad.
En noviembre el programa ya habia registrado a 20 mil empleadas que fueron incorporadas formalmente a sus tareas. Se logró recuperar el 85 por ciento del empleo formal de trabajadoras de casas particulares que se perdió durante la pandemia, según los datos de la directora Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, Mercedes D’Alessandro.
Según datos de la Secretaría de Política Económica de la Nación, el trabajo doméstico representa en el país la tercera rama de ocupación para las mujeres, superado por los rubros de educación y comercio.