LA CURVA DE CONTAGIOS “REBOTÓ” Y PREOCUPA LA TERCER OLA
Fernán Quirós fue el primero en decirlo, luego lo reforzó Santiago Cafiero y el fin de semana se sumó Nicolás Kreplak. El ministro porteño, el jefe de Gabinete nacional y el viceministro bonaerense se mostraron, con criterio y con tiempos diferentes, en la misma línea: la curva de contagios comenzó a cambiar de tendencia y activó los alertas sobre la llegada de la temida tercera ola.
En la provincia de Buenos Aires, se registró el sexto día consecutivo de más casos respecto al mismo día de la semana anterior. El miércoles pasado, se notificó una leve suba y desde entonces, la curva fue hacia arriba hasta mostrar este lunes -comparado con el lunes pasado- una suba del orden del 144%: pasó de 2.466 a 6.023 casos.
“La curva dejó de bajar y empezó a crecer un poco. Tenemos que esperar para saber si fue algo eventual o marca un rebrote”, dijo Kreplak el domingo por la noche en el canal C5N. Evitó afirmar que podría tratarse de una tercera ola porque faltan datos pero anticipó que en caso de agravamiento, la Provincia volverá a proponer medidas para restringir la movilidad.
Quirós, la semana pasada, fue más enfático: dijo que es inevitable la tercera ola. Hay una razón: en CABA, que suele ser el primer territorio donde se registran los cambios de tendencia, la suba de casos comenzó hace 10 días, inestable, con descenso y subidas. No se confirmó, todavía, un rebote contundente pero la proyección marca, al menos, que la curva dejó de bajar y, en el mejor de los casos se establiizó, según confió una fuente oficial.
En Salud nacional, aunque hace una semana la ministra Carla Vizzotti afirmó que se consolidaba la baja de casos, sobre el fin de la semana se volvieron a encender los alertas sobre un rebrote. Apareció combinado con la extensión de las restricciones vía DNU y el endurecimiento, que anticipó elDiarioAR, respecto a la reducción de vuelos desde el exterior con un tope de 600 pasajeros por día.
El cuadro sobre la curva bonaerense, con un cambio de tendencia a la alza durante los últimos días, se registra en CABA según un mapeo del consultor Martín Barrionuevo y aparece, como alerta, en el análisis de la Casa Rosada. El principal elemento es que, además de lo estacional vinculado al invierno, luego de varias semanas de restricciones, incluso con un confinamiento estricto de nueve días, el nivel de circulación de población volvió a subir. Suele ir de la mano de una suba de contagios.
El último DNU, que retiró las condiciones del anterior, ofreció cambios en las provincias. En CABA, por caso, volvió a autorizar la gastronomía en lugares cerrados. En la Provincia, en tanto, se amplió el número de municipios donde regresaron las clases presenciales.
Cafiero, a su vez, planteó el escenario del ingreso inevitable de la variante Delta y blanqueó la preocupación por la carreta entre la tercera ola, quizá precipitada por esa “cepa”, y la campaña de vacunación que este lunes superó los 20 millones de dosis aplicadas y que tiene, para el Gobierno, el norte de llegar a septiembre con entre 22 y 25 millones de personas vacunadas, un alto porcentaje con dos dosis.
Hay, en paralelo, otra carrera: entre el eventual rebrote, con su velocidad, y la pausa escolar que supondrán las vacaciones de invierno hasta ahora planificadas, al menos en CABA y PBA, para la segunda quincena de julio. En La Plata, según confiaron fuentes del gobierno de Axel Kicillof a este medio, el plan es que el receso invernal haga las veces de “confinamiento” en materia de clases presenciales. Kreplak, a su vez, habló de vacaciones sin salidas turísticas, una posición que choca con la demanda de provincias y municipios turísticos.