La suba en el precio de la harina durante la semana pasada, relacionada con lo que fue en los últimos meses el constante aumento del trigo, genera gran preocupación en los consumidores, frente al interrogante de si será posible evitar que se vuelva a disparar el precio del pan y, por lo tanto, si será capaz el sector de los panaderos de mantener los valores actuales de venta.

Frente a esta problemática, el gobierno logró establecer dos semanas atrás el precio del pan envasado en la tarjeta alimentaria a un precio de 69 pesos, mientras que en Precios Cuidados el valor quedó establecido en 85 pesos, en una medida impulsada por el Ministerio de Producción.

Sin embargo, desde que se llegó al citado acuerdo por tres meses con el sector empresarial, el trigo aumentó el 21%, mientras que la bolsa de 50 kilos de harina subió el 13%, como consecuencia de que el 80% de la producción de la harina depende del trigo. En diálogo con Crónica, el titular de la Cámara de Industriales Panaderos de la Ciudad de Buenos Aires, José Álvarez, sostuvo que, en caso de que siga el aumento del precio de la harina, “puede llegar a haber un aumento en el pan”.

 

Álvarez sostuvo que los valores del pan en la ciudad de Buenos Aires varían entre los “90 y 140 pesos” y el hecho de no lograr un precio único para sus consumidores se debe a las distintas variables que así lo determinan. “Algunos pagan mucho más la harina, otros pagan muy caros los alquileres, por eso digo que el precio del pan nunca puede ser el mismo en todos los sectores“, subrayó Álvarez, quien remarcó que “charlando se puede llegar a un acuerdo entre todos los sectores, los molineros y los exportadores”.