LA VIOLENCIA MACHISTA SE PROFUNDIZÓ DURANTE LA CUARENTENA
El informe fue presentado esta tarde por Estela Díaz, ministra de Mujeres, Género y Diversidad bonaerense. Los datos contabilizan los primeros 5 meses del año. Es la primera vez que se presenta un informe que estudia los intentos de femicidio en base a sus características.
Cada 22 horas, una mujer que sufrió un intento de femicidio en la provincia de Buenos Aires se comunicó a la línea 144 en los primeros cinco meses del año. Casi una por día. Algunos de los ataques tuvieron lugar en el pasado y no al momento de la consulta, pero la mujer expresó un gran temor por su vida o la de seres queridos cercanos porque conoce de lo que el sujeto violento es capaz. Con frecuencia, los episodios sucedieron delante de sus hijos, niños y niñas. Las amenazas de muerte son una constante y un complemento de los intentos de femicidio: una de las más frecuentes tiene que ver con quemarlas en la casa. La asfixia es la agresión más reiterada con la que las lastiman.
Los datos son parte del primer informe de “Análisis sobre los intentos de femicidios identificados en la Línea 144 PBA”. Lo hizo el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad de la provincia de Buenos Aires y fue presentado este miércoles por su titular, Estela Díaz, la subsecretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género, Flavia Delmas y otras funcionarias de su gabinete especializadas en el tema. El estudio analiza la problemática en forma cuantitativa pero también cualitativa, a partir de entrevistas en profundidad con algunas de las sobrevivientes.
“Es la primera vez que se hace un estudio de estas características para entender qué pasa con los intentos de femicidios. Estudiar en detalle esta temática es muy importante porque nos permite construir la ruta crítica de esas situaciones más extremas y de alto riesgo. Y es una herramienta central para trabajar la prevención y lograr que se reduzcan los femicidios hasta la utopía de erradicarlos en el país. La investigación en el tema es central. Estamos sentando un precedente muy significativo. Esperemos poder ampliar este análisis a los casos que se atienden en los municipios”, destacó la ministra Díaz, en diálogo con el diario Página|12.
Los datos se complementan con los que reveló un informe de la Procuración General de la Suprema Corte bonaerense: En los primeros 100 días de aislamiento social, en la provincia hubo un 73 por ciento más de femicidios que en el mismo período de 2019. Es decir, un femicidio cada tres días solo en el ámbito bonaerense, donde se concentra casi el 40 por ciento de la población del país. Entre el 20 de marzo y el 30 de junio de 2020 fueron asesinadas 33 mujeres. Un año atrás, en ese mismo período, habían sido 19, según la información que brindan las fiscalías de toda la provincia. En el país ya se registraron más de 92 femicidios en los primeros cuatro meses de aislamiento por coronavirus, de acuerdo con el Observatorio Marisel Zambrano de La Casa del Encuentro.
“En cuarentena hubo un aumento de la crueldad, de la cantidad de llamadas a la línea 144 -alrededor de un 40 por ciento más–, de los femicidios y estamos atendiendo un número muy importante de casos de alto riesgo: hasta el 31 de julio fueron 1019”, señaló Delmas, a este diario. Los cuatro factores de riesgo más frecuentes en las situaciones de violencia son: amenazas de muerte (87%), lesiones (77%), presencia de menores (70%) y uso de armas (50%).
“La mayoría de las amenazas tiene que ver con quemarlas y la violencia se expresa con asfixia combinada con otras formas”, explicó Delmas. Agresiones con arma blanca o de fuego, intento de arrojarlas por el balcón o de atropellamiento, son algunas de las situaciones perpetradas por los sujetos violentos hacia su pareja o ex pareja.
El relevamiento de los episodios detectados a partir de los llamados al 144 encontró que en el 57 por ciento de los casos, la mujer había realizado denuncias por violencia de género previas a sufrir el ataque extremo. El 30 por ciento de las agresiones analizadas se dieron en el marco de medidas cautelares vigentes. En el 24 por ciento había una medida de restricción perimetral. En el 10 por ciento de los casos, la mujer tenía botón antipánico. En el 6 por ciento, el agresor estaba excluido del hogar por orden judicial. En el 3 por ciento, ellas contaban con custodia policial permanente.
“También es importante ver las secuelas que dejan estos ataques de estos sujetos violentos”, indicó Delmas. El informe señala que más allá de las posibles lesiones estéticas y físicas que pueden llegar a inhabilitar a una mujer para el trabajo o para su libre movilidad, “hay secuelas como un estado de alerta permanente, trastornos del sueño e irritabilidad; revivencia reiterada de los sucesos traumáticos con intrusión en los pensamientos, las emociones y los sueños, sensaciones de aletargamiento e incapacidad para sentir y para actuar; abandono de iniciativa y juicio crítico alterado; Indiferencia con retirada emocional; puede haber dificultades para fantasear y para planificar el futuro; cambios internos en donde se fluctúa entre la amnesia y sentimientos intensos devastadores y estados de no sentir: esta fluctuación provoca confusión y desvalimiento psíquico”.
Las consultas que registran intentos de femicidio, corresponden a 51 municipios de los 135 existentes en la provincia de Buenos Aires. Más del 70 por ciento de este tipo de consultas se concentra en 15 municipios. Sobre las víctimas, el 36 por ciento de quienes se contactaron tiene entre 36 y 45 años. En el 92 por ciento de las situaciones analizadas tuvieron como persona agresora a ex parejas (55%) o parejas (37%).
La violencia doméstica fue la modalidad expresada por 94 por ciento de los casos. El 99 por ciento de las consultas manifestó violencia psicológica, seguida por la violencia física (98%), simbólica (81%), económica y patrimonial (41%) y sexual (22%).
Desde el 20 de marzo, cuando se impuso el aislamiento social preventivo y obligatorio, hasta el último martes, se recibieron 6759 consultas en el 144 por violencia por razones de género, en la provincia de Buenos Aires. Hasta el 31 de julio, el Ministerio intervino en 1019 situaciones de alto riesgo y casos críticos: 55 en marzo post inicio de cuarentena, 199 en abril, 255 en mayo, 233 en junio y 277 en julio.
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