ABERRANTES DETALLES DEL CRIMEN DE LAS 300 PUÑALADAS
Según la autopsia, el expolicía Juan Horacio Panitrul sufrió la mutilación de sus genitales y una oreja suya apareció en su estómago. Dos hombres fueron detenidos por el hecho
El homicidio de Juan Horacio Panitrul, un ex policía de 31 años que fue brutalmente atacado el jueves pasado en una vivienda de Cutral Có, Neuquén, sigue estremeciendo a toda la provincia. Este semana se dieron a conocer diferentes detalles donde se reveló que la víctima sufrió la mutilación de sus genitales y recibió puñaladas “sexuales”.
Los peritos que trabajaron en la autopsia del cuerpo de Panitrul contaron hasta 237 puñaladas. Habría -dicen los investigadores- algunas más por “superposición”: en total, unas 300. Muchas, de contenido sexual: mutilaron su pene, cortaron los testículos, las tetillas, la zona anal, la lengua y las comisuras de la boca, el dedo pulgar derecho, el cuero cabelludo a la altura de la nuca, la nariz y la oreja izquierda, que dejaron dentro de su estómago, al que abrieron a cuchillazos con un tajo de 20 por 30 centímetros en forma de siete.
Según el fiscal del caso Gastón Liotard, la muerte del hombre de 31 años, al que hallaron el viernes por la mañana en una vivienda del barrio San Martín, se produjo por un golpe en la cabeza. Las heridas fueron hechas en vida, durante su agonía y postmortem.
“La lengua y la nariz fueron halladas en el tacho de basura, el cuchillo debajo de un sillón y el cuerpo estaba escondido entre dos colchones. El cuerpo fue desnudado, lavado y movido; mientras que las ropas de la víctima fueron lavadas, así como la vivienda, pero se pudieron hallar rastros de sangre en la pared, en un sillón y en el piso”, contó Liotard
Por el caso fueron detenidos dos hombres: Rodrigo Leiva Carrasco (42) y Daniel Silvera (49). Liotard señaló: “No está establecido el móvil, pero sí que ambos estuvieron en la misma vivienda con Panitrul”. Los sospechosos, a pedido del fiscal, fueron acusados por homicidio agravado por ensañamiento.
Sea por motivos sexuales, algún tipo de ritual o por odio, nadie recuerda, en Cutral-Có, Neuquén, un crimen tan horroroso ni de estas características.