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UN FISCAL TRATÓ CÓMO “DESAHOGO SEXUAL” UNA VIOLACIÓN EN MANADA DE CINCO “HIJOS DEL PODER”

 

La polémica decisión del fiscal de Chubut Fernando Rivarola de cambiarle la calificación al abuso cometido contra una menor en 2012 en una casa del balneario chubutense Playa Unión y por la cual ninguno irá preso, provocó una reacción de distintos sectores que trascendieron largamente los límites de la provincia. La causa estaba caratulada como “abuso con acceso carnal”. Pero el fiscal la bajó a “abuso sexual simple”, que prevé penas menores.

Sin embargo, el detalle que sorprendió en el escrito del fiscal fue su definición respecto a que el hecho se encuadró en un accionar doloso de desahogo sexual” por parte de los imputados. Y valoró que la víctima se hallaba en “un estado de semi-inconsciencia“.

El ministro de Gobierno y Justicia de Chubut José Grazzini dijo que “se pedirá que se le abra una causa (al fiscal). Nos sorprendió el cambio de carátula, es un hecho grave”, expresó en declaraciones a la prensa. Y agregó: “Esto golpea a toda la sociedad, habrá que ver qué decide el juez (Nieto Di Biase) pero ante todo hay que buscar una sanción ante esa decisión”.

Según pudo averiguar el portal Clarín, la audiencia se realizaría el lunes. Y no se descarta que por videoconferencia participen allegados a la víctima desde la ciudad de La Plata, donde actualmente reside. E incluso la misma víctima, hoy de 25 años.

Cómo fue la violación

El hecho ocurrió en 2012, en una casa ubicada frente al mar, en Playa Unión. Allí se organizó una fiesta el 21 de septiembre a la noche para recibir la primavera. La casa era de un ex gobernador (ya fallecido) y, el anfitrión, su nieto. Participaron varios jóvenes amigos, la mayoría hijos de gente de mucho poder en la provincia vinculada a los ámbitos políticos y empresarios de Trelew, Gaiman y Puerto Madryn. De esta última ciudad llegaron jóvenes invitadas. Una de ellas fue quien resultó víctima del abuso. Tiempo atrás, había tenido una relación con uno de los imputados en el hecho.

Tras ser abusada en el quincho de la vivienda, la chica pudo ser rescatada por sus amigas y llevada a una casa de Rawson, distante cinco kilómetros. Allí durmió largamente. Se supone que estaba bajo los efectos del alcohol o de alguna sustancia que le provocó el grado de inconsciencia. Una vez que pasaron los días, la chica comenzó a recibir amenazas. Y el pedido de que “no diga nada de lo qué pasó”.

Las llamadas provenían de “los hijos del poder”, autores del abuso. Fue tanta la presión que recibió que su familia decidió dejar Puerto Madryn. Y se mudó a La Plata, donde actualmente reside. Después de varios años, se animó a contar lo que le había pasado. Fue en febrero de 2019 en las redes sociales. No hubo denuncia en un principio por lo que la fiscalía decidió “actuar de oficio”.

Hoy, la decisión de que ninguno de los participantes del hecho vaya preso conmueve a la provincia y al país. Dos fueron absueltos en audiencias realizadas en estos meses. Y tres recibirán la pena de 3 años de prisión en suspenso tras un acuerdo de juicio abreviado entre el fiscal Rivarola y los abogados defensores. La pena es excarcelable. Posiblemente el lunes, el juez Di Biase valide o no este acuerdo. Si lo avala, se pondrá un punto final. Si no lo hace, habrá juicio para los imputados.

Quiénes son los autores del abuso

Uno es de la ciudad santacruceña de Caleta Olivia y otro está radicado en Estados Unidos, país que le negó la visa para regresar después que llegara a la Argentina para presentarse ante la Justicia.

Luciano Mallemaci tiene 26 años. Su padre es dueño de una de las inmobiliarias más importantes de Puerto Madryn. De acuerdo a sus registros, su último empleo en blanco fue en una empresa que se dedica a elaborar pretensados de hormigón. Marcelo Ezequiel Quintana, actualmente de 30 años y con domicilio en Caleta Olivia, Santa Cruz, es abogado. Integra junto a miembros de su familia la firma Andequin Sociedad Anónima, una empresa dedicada a la construcción. Por su parte, Leandro del Villar de 29 años en la actualidad es jugador de squash y corredor de karting. Tiene una empresa dedicada al transporte de pasajeros. Su abuelo (fallecido en un accidente) fue senador nacional. Los tres reconocieron el hecho.

T.S. fue sobreseído. Era menor al momento del hecho. Vive en Miami, donde maneja la compañía Patagonian Sea. La joven lo acusó de haber sostenido la puerta para que nadie ingresara al cuarto. Su familia está vinculada a los negocios de la pesca, las algas y el turismo. Su abuelo fue fundador de una importante empresa de Gaiman dedicada a obtener y procesar el alga agar-agar, el producto clave para la elaboración del dulce de batata.

R.V. también fue sobreseído. Era menor al momento del hecho. Su familia está vinculada a la política y al mundo empresario. Su abuelo fue gobernador de Chubut y Diputado Nacional (también ya fallecido). El joven vive en Buenos Aires y estaba ligado al mundo de los medios de comunicación. Es productor y cuando se produjo el hecho trabajaba en un canal de aire de la Capital Federal.

Por último J.P., que si bien fue señalado por la víctima, nunca fue imputado. Estaba en la habitación junto a otra persona, pero no tuvo intervención. Su familia está vinculada a múltiples negocios de construcción y turismo. Su hermano fue electo como intendente de Gastre, una comuna rural del norte de Chubut que tomó notoriedad en la década del 90 porque querían instalar allí un repositorio nuclear. Movilizaciones y reclamos de ambientalistas lo impidieron.

Clarín

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