CRECE LA VIOLENCIA CONTRA LOS ANCIANOS
El último caso ocurrió en Merlo, donde un jubilado fue asesinado en su casa. “Muchos no denuncian a quienes les roban por temor a represalias”, afirman.
Un jubilado de 76 años fue hallado muerto por su hijo, en su humilde vivienda de la localidad de Parque San Martín, del partido de Merlo, con lesiones visibles de haber sido golpeado, para luego ser torturado, maniatado y asfixiado con una bufanda en la boca, para robarle el dinero que había cobrado, un televisor y un equipo de música. El espeluznante episodio no fue aislado, ya que en lo que va de 2024 se registraron 21 homicidios de adultos mayores y 2.100 ataques salvajes.
Los datos surgen de un nuevo informe sobre Delitos, Inseguridad y Violencia, desarrollado por la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia de la Consultora Miglino y Asociados y que toma como punto de partida las causas penales que instruye la justicia Nacional de Instrucción de la Nación más los casos de los juzgados penales de Lomas de Zamora, Quilmes, San Isidro, San Martín, Morón, Moreno y La Matanza.
“Hace unas horas, el jubilado de Merlo fue torturado en un hecho atroz. Al momento de hallar el cadáver, estaba atado de pies y manos con un cinto y una bufanda que le tapaba la boca. El hecho ocurrió en la calle Lourdes al 1200, entre Bebedero y Arenales, y fue descubierto por el hijo de la víctima que fue identificada como Miguel Ángel Lavaselli”, señaló Javier Miglino, abogado experto en Derechos Humanos y Director de Defendamos Buenos Aires.
“Miguel Ángel tenía los anillos de compromiso propio y de quien fue su esposa, una cadenita de oro y unos dijes que habían sido de la señora, hoy fallecida. Una vez más se trató de una de las tantas bandas que salen en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense en busca del ‘oro manchado con sangre’, como lo bautizamos en Defendamos Buenos Aires. Ese oro se extrae cortándole dedos a los ancianos, torturándolos de todas formas y en última instancia matándolos como ocurrió en Merlo”, continuó el letrado.
Y agregó: “Siempre y en todos los casos ese ‘oro manchado con sangre’ termina en la calle Libertad a la altura de Tribunales o en Cabildo y Juramento en Belgrano. Siempre y en todos los casos, la impunidad de los compradores del ‘oro manchado con sangre’ es total. Siempre y en todos los casos los ladrones vuelven a robar y a matar y así este tipo de episodios jamás termina; merced a una notable acción de encubrimiento policial, judicial y política”.
“Este año 2024, Defendamos Buenos Aires cumple 20 años, Defendamos la Argentina, la única ONG de derechos humanos con presencia nacional, y es el momento de crear ‘Defendamos a los Viejos’, una ONG centrada únicamente en atender a personas de más de 60 años y sin límite final. Ayudándolos cuando tienen dudas ante un posible estafa, frente a la usurpación de su casa, frente a bandas que les roban en la calle, el colectivo, el subte o el tren o ante cualquier duda que les surja. También abrimos la posibilidad de que los propios jubilados colaboren en ‘Defendamos a los Viejos’, explicó Miglino.
“Comenzamos con el correo: defendamosalosviejos@gmail.com, con el teléfono fijo: (011) 4786 8118 y con la oficina de Defendamos Argentina en la Avenida del Libertador al 6300 en el porteño barrio de Belgrano. La idea es llevarlo a todo el país y de ese modo evitar que sigan apareciendo víctimas fatales, como las 188 que hubo entre mayo de 2023 y 2024 en todo el país”, dijo Miglino.
“En marzo de 2024 fue asesinado David Argentino Ojalvo, de 95 años, descubierto por una de sus sobrinas en el living de su departamento, ubicado en el primer piso de un edificio de la calle Ayacucho al 500 en Balvanera. El cuerpo estaba cubierto por sábanas y una toalla, en medio de un ambiente visiblemente revuelto. Al igual que el jubilado de Merlo, había sido torturado y asesinado”, recordó el abogado.
“Muchos ancianos no denuncian a aquellos que los golpean, los roban o los estafas porque temen represalias. A esto se agrega la dificultad de dar con los delincuentes que en el algunos casos conforman sofisticadas bandas de estafadores que utilizan chips telefónicos de bolseros o de líneas prepagas o de teléfonos robados que aún funcionan y de ese modo la titularidad complica la investigación judicial, porque los ladrones y estafadores descartan los móviles luego de haber conseguido un botín. Siempre y en todos los casos pueden comunicarse con nosotros en: defendamosalosviejos@gmail.com”, concluyó Miglino.