NACIONALES

CRECIÓ EL ROBO DE MEDIDORES DE AGUA Y OTROS OBJETOS DE METAL QUE SON VENDIDOS

La modalidad afecta a vecinos y empresas prestadoras de servicios. Cuáles son los elementos de metal más robados en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

El robo de medidores de agua, sumado a la depredación de cables, cerraduras de bronce, pasamanos, placas y otros objetos de metal, ha recrudecido en los últimos tiempos causando perjuicios a los vecinos afectados y grandes pérdidas a los prestadores de servicios. El auge de este delito ha provocado incluso hechos de violencia y de justicia por mano propia.

Esta modalidad delictiva se ha extendido por todo el país y causa preocupación por la “industria ilegal” que genera a su alrededor. En este sentido, se reclama poner el foco en los acopiadores y comercializadores de metales no ferrosos como forma de desalentar la economía del delito.

Desde la empresa AySA señalaron que existe un incremento en este tipo de ilícito en el área Metropolitana, con epicentro en la Capital Federal (con 1726 casos en lo que va del año) y en los municipios bonaerenses de San Martín (417), Lomas de Zamora (395) y Tres de Febrero (307). Dentro de CABA la zona más afectada es microcentro y alrededores, indicaron las fuentes consultadas.

Según la empresa de aguas, en el primer semestre del año se produjeron 4.131 robos de medidores, contra 6.067 episodios de este tipo en 2022 y 6.952 en 2021. “Se puede ver que este año hubo un aumento considerable en los robos de medidores y, de seguir con este ritmo, se podrían superar los 8.000 hacia fin de año”, señaló una fuente de AySA en diálogo con Popular.

David Loisi de la Liga del Consorcista, confirmó el aumento de estos hechos, pero ampliados a todos los componentes metálicos de los frentistas. “Están ocurriendo robos en algunos consorcios de los bronces de las puertas y también de la parte de los porteros eléctricos. Estos últimos se suelen arreglar con mayor urgencia por el riesgo eléctrico de que estén cables sueltos”, señaló.

Loisi dijo, además, que para tratar de frenar estos robos “lo que están haciendo muchos consorcios es ponerle una reja protectora o cambiarlo por materiales más baratos: algunos ponen aluminio, o sobre todo algo tipo latón. Otros directamente deciden no reponer el material robado”.

Según dijeron en AySA, estos delitos generan grandes derroches de agua que pueden afectar el suministro y aconsejan a quienes los sufran realizar los reclamos por los canales oficiales de la empresa para agilizar el restablecimiento del servicio de agua potable.

En el caso de los medidores de agua, lo curioso es que los componentes con los que están construidos son de plástico y de escaso valor en comparación con el daño que se está ocasionando (falta de presión, escapes, entre otros). Antiguamente, los medidores y llaves de paso eran de bronce, sin embargo, en los últimos años, los mismos están siendo reemplazados por artefactos de materiales plásticos que no tienen un valor significativo de reventa para quienes los roban.

La reiteración de estos episodios ha generado, incluso, que los vecinos, hartos del continuo saqueo, hagan justicia por mano propia. Tal fue el caso de un hombre que murió atropellado en Mar del Plata hace dos domingos, en un hecho que habría tenido como antecedente inmediato el robo de piezas metálicas.

El hecho ocurrió minutos antes de las 3 de la madrugada en el barrio Las Lilas de la mencionada ciudad balnearia. Y en las imágenes captadas por una cámara de seguridad se pudo ver cómo un automovilista atropella intencionalmente a una persona que queda tendida en el suelo.

La víctima fatal tenía antecedentes penales, ya que había sido procesado por robo agravado, encubrimiento y desobediencia. Además, cerca del cuerpo, los policías hallaron un bolso con herramientas, entre ellas, una llave de tubo y un “torquímetro”, para ajustar tornillos, tuercas y otras piezas.

Otro caso fue protagonizado por Jorge Ríos, a quien en la madrugada del domingo 20 de agosto quisieron robarle el medidor de gas de la puerta de su domicilio. El hombre de 73 años estaba despierto, vio al ladrón y lo ahuyentó.

El hombre montó un sistema de cámaras de seguridad que captó las imágenes de un hombre encapuchado, que cargaba una bolsa en la mano con la que se dirigió hasta la casa de Ríos. Una vez en el lugar, se paró frente al medidor de gas, se puso en cuclillas e intentó cortar los caños. Eran las 3.04. “Acá en el barrio corremos riesgo todos los días, todos los vecinos. Ahora estamos pasando por esta experiencia: nos quedamos sin gas porque se están robando el cobre de los medidores”, dijo Ríos tras el robo.

El robo de metales es una epidemia que se extiende por todo el país y la provincia de Santa Fe no es la excepción. Allí el defensor del Pueblo, Jorge Henn, convocó a una reunión para abordar las derivaciones del robo de caños de cobre de los medidores de gas natural.

Con la presencia de funcionarios de seguridad señaló que “si se fiscalizara a los acopiadores y comercializadores de metales no ferrosos estaríamos dando un paso importante, no para evitar el robo, sino para desalentar la economía del delito que supone la venta ilegal de los caños de cobre de los medidores de gas”. Se analizaron en la reunión las formas que utiliza el delito para el robo de caños de bronce, el precio del bronce en el mercado y algunas formas ilegales de protección de los medidores de gas.

En ese sentido, desde la empresa Litoral Gas advierten que la colocación de rejas o cerramiento de los medidores para evitar la sustracción de los caños de cobre no está permitido, ya que los medidores tienen que tener todo el acceso despejado “para que en caso de emergencias se pueda cerrar el suministro.

Si hay una reja soldada, en caso de una fuga de gas las tareas de emergencia se verían dificultadas. Y esto ocurre a menudo, ya que los delincuentes sacan el flexible sin cerrar la válvula y dejan una fuga de gas en la vía pública. Para tratar de contrarrestar los robos algunas empresas distribuidoras autorizaron a reemplazar los caños de cobre por caños rígidos como los utilizados en las instalaciones de gas, que no tienen valor comercial. Y si es necesario colocar un flexible, que el caño de cobre sea lo más pequeño posible. De esa manera desalentamos cualquier tipo de robo.

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