ALERTAN POR 300 ATAQUES SEXUALES CON “BURUNDANGA”
Un estudio realizado en los principales centros turísticos de la Costa revela que hay un gravísimo problema con jóvenes que resultan engañadas con “tragos” en boliches.
A pesar de la explosión de casos positivos de coronavirus, las principales playas de la Costa se llenaron de turistas en esta temporada. En ese marco, un informe alerta sobre un drama que tiene a víctimas, principalmente mujeres jóvenes, que resultan abusadas sexualmente tras ser intoxicadas con sustancias como la temible “burundanga”. Desde diciembre la cifra de casos supera los 300 ataques con estas características.
Se trata de un informe, desarrollado por los 20 mil colaboradores de la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados, en el quedó acreditado que durante los dos primeros meses de vacaciones, es decir diciembre 2021 y enero 2022, se produjeron más de 300 abusos sexuales contra jóvenes en las principales playas de la Provincia de Buenos Aires y zonas de veraneo, tales como Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, Necochea, Santa Teresita, Miramar, Chapadmalal y otras. Los abusos en general se perpetran en bares y discos de la zona balnearia y mediante el uso de fármacos, opiáceos y sustancias equivalentes a la escopolamina o burundanga.
“Desde hace 48 horas que hay una enorme consternación en torno al presunto abuso sexual que produjo en el boliche Pueblo Límite de Villa Gesell, con el agravante de que habría sido un ‘abuso en manada’, es decir con la participación de varios agresores sexuales. Una joven de 17 años denunció haber sido atacada por varios desconocidos, tras pasar la noche con amigos en el local bailable. La fiscal interviniente Verónica Zamboni, ordenó clausurar el boliche ‘Pueblo Límite’ y empezar de inmediato con la investigación judicial. La víctima afirmó que tenía “flashes” de lo sucedido y que recordaba que dos chicos le convidaron a tomar un trago y que luego fue llevada hasta un lugar dentro del boliche que no es frecuentado por mucha gente, lo cual llevó a sospechar de que podría tratarse de personas vinculadas a la discoteca. De acuerdo a las declaraciones de testigos, al momento de encontrarla, la víctima tenía la ropa interior por fuera de la ropa. Sin embargo este es solo unos de los 300 abusos sexuales de todo tipo; desde tocamientos que los criminales sexuales perpetran, favorecidos por la cantidad de gente, la ingesta de alcohol y drogas, la ropa liviana hasta auténticas violaciones que se han producido en lo que va del verano en las zonas de vacaciones de la Costa Atlántica”, dijo Javier Miglino, abogado Especialista en Seguridad y Director de Defendamos Buenos Aires.
Villa Gesell: clausuraron el boliche en el que una joven dijo haber sido abusada
El peligro de las fiestas clandestinas en la Costa
De acuerdo con la opinión de Miglino, “con la pandemia de Covid 19 hicieron su aparición las fiestas clandestinas, primero en Buenos Aires y el Conurbano bonaerense pero con la llegada de las vacaciones, también se mudaron a la Costa Atlántica y justamente en Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata y otras playas, han proliferado este tipo de celebraciones con decenas e incluso centenares de hombres y mujeers que se juntan para un rato de diversión con música, alcohol y drogas. Sin embargo y como lo dice su nombre; este tipo de fiestas son ‘clandestinas’ y por ende están exentas de todo tipo de controles, se desarrollan en casas de familias, departamentos, quintas, locales comerciales no habilitados y un largo etcétera. Como resultado nadie cuida a las chicas y chicos y todo puede suceder”.
La trampa de los tragos
“En los boliches, bares y fiestas clandestinas se produjeron abusos y tentativas mediante la denominada ‘trampa del trago’; donde nadie controla las bebidas preparadas que se ingirieron y en algunos casos llevan medicamentos u otros y de ese modo las víctimas beben el contenido de un Campari, Aperol, cerveza, champagne, etc. sin saber que viene algo más en el vaso. Como resultado empiezan los mareos, la falta de estabilidad y es ahí justamente cuando la pesadilla del abuso se desata”, explicó Javier Miglino.
La importancia de denunciar fiestas clandestinas
“Es muy importante que padres y chicos y chicas se unan para denunciar la existencia de fiestas clandestinas en la Costa Atlántica e incluso si ven abusos en discos y bares. Porque los depredadores sexuales están sueltos y les resulta bastante sencillo conseguir pastillas de éxtasis o medicación de venta bajo receta como también la temible escopolamina o burundanga colombiana, que no solo coloca a la víctima en un estado de sometimiento tal que toda la voluntad queda librada al agresor e incluso cuenta con la ventaja de que la persona abusada, al día siguiente prácticamente no recuerda nada, lo que favorece la impunidad del criminal sexual”, advirtió Miglino.