EL CRECIMIENTO DE LAS ADICCIONES A LAS TECNOLOGÍAS DE LOS ADOLESCENTES

Las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC), como celulares, computadoras, tablets, que vinculas a internet, redes sociales entre otras conexiones virtuales trajeron aparejados notables beneficios. Estar comunicados a pesar del tiempo y distancias, la democratización en el acceso al conocimiento y el entretenimiento son algunos de los puntos que se cuenta como positivos. Pero como contracara, determinados usos dieron lugar a conductas negativas, como el cyberbullying, el trolling, el grooming, y un aspecto que cada vez más se está poniendo en la agenda que es la adicción a las nuevas tecnologías o el uso compulsivo de las mismas. “Aunque la adicción a las TIC puede darse en todas las edades, es más frecuente en los adolescentes y también es más peligroso en dicha etapa de la vida”, advierte a AIM el docente e investigador en educación, Santiago Resett.

Pero cuáles son las razones para reconocer este problema en esta franja etarea? “Esto se debe a que las TIC tienen una gran atracción y popularidad en los adolescentes. Los jóvenes de nuestro país fueron llamados la generación interactiva debido a alto uso que hacen de ellas, por ende, la adicción es más común en los adolescentes y jóvenes”, plantea a esta Agencia el investigador de Conicet, Santiago Resett, sobre esta adicción que preocupa a muchos pedagogos e investigadores en lo social.

“Por otra parte –continúa el analista–, al ser la adolescencia una etapa de transición y preparación para los roles adultos, en donde también el sistema nervioso se está desarrollando, cualquier tipo de adicción puede generar un mayor daño a nivel biológico, cognitivo y social. Del mismo modo, que ya, en los primeros años de vida, los niños y niñas sean introducidos en el uso de TIC, aumenta el riego para un uso compulsivo”, observa. Asimismo, un gran inconveniente se plantea cuando se tienen en cuenta “la brecha entre los jóvenes y los adultos debido a que los niños o adolescentes están más familiarizados con las TIC, mientras que los adultos, como progenitores, están menos familiarizados o desconocen aspectos sobre su manejo”, señala como paradoja.