HIDRÓGENO VERDE: LA ENERGÍA LIMPIA LLEGA A LA ARGENTINA
La firma australiana Fortescue anunció esta tarde una millonaria inversión en la Argentina, la más alta que se hará en el país en las últimas dos décadas, según explicó el gobierno argentino. Significa 8.400 millones de dólares y más de 55 mil puestos de trabajo directos e indirectos.
En el marco de la cumbre mundial COP26, que se desarrolla en la ciudad escocesa de Glasgow, autoridades de la firma australiana Fortescue, Andrew Forrest, anunciaron esta tarde una millonaria inversión en la Argentina destinada a producir hidrógeno verde. El anuncio se dio durante un encuentro que mantuvo la empresa con el presidente Alberto Fernández y parte de la comitiva argentina que lo acompaña.
La inversión representa uno de los desembolsos más importantes en energía verde desde las últimas dos décadas, según comunicó el gobierno. Con un total de 8.400 millones de dólares, que redundará en 55 mil puestos de trabajo, la iniciativa está enfocada en el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde.
Con ello, se espera convertir a Río Negro en un polo mundial exportador de hidrógeno verde en 2030. En este sentido, el presidente Fernández dijo que “la Argentina tiene una gran oportunidad por delante y necesita empresas así, que inviertan y generen trabajo. El hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y nos llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países que esté a la vanguardia de la transición ecológica”.
Además, aseguró que “en poco tiempo nuestro país podrá convertirse en uno de los proveedores mundiales de este combustible que va a permitir reducir drásticamente las emisiones de carbono en el mundo”.
El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta y si bien no es considerada una fuente energética en sí misma, es un vector energético que almacena energías generadas por otras fuentes. En este sentido, la energía contenida puede ser liberada posteriormente en sistemas ya conocidos.
Se presenta como una de las soluciones tecnológicamente más desarrolladas para descarbonizar áreas productivas difíciles de electrificar, como el transporte marítimo de larga distancia, la aviación y las industrias pesadas. Se lo llama hidrógeno “verde” porque toda la energía que se utiliza para producirlo proviene de fuentes renovables.
Según la Secretaría de Energía, bajo la órbita del Ministerio de Economía, los objetivos de política económica que definirán la transición de la estructura productiva de cara al 2030 serán seis características: inclusiva, dinámica, estable, federal, soberana y sostenible.