LA ESTADÍSTICA DEL HORROR, QUE NADIE LOGRA DETENER

En los primeros tres meses del año se cometieron otros 52 femicidios (el 60% de ellos ejecutados por parejas o ex). Para el abogado Javier Miglino, “hay una muy mala respuesta de los jueces y del Estado”.
En solo tres meses (los primeros del año) se cometieron en el país 52 femicidios, reveló una encuesta de la ONG Defendamos la República, que destacó que en más del 60% de los casos el hecho fue ejecutado por parejas o ex parejas y en un 17 % fue perpetrado por integrantes de las fuerzas de seguridad.
“Más del 60% de los femicidios en la Argentina fue cometido por parejas o ex parejas, un 17% fue perpetrado por integrantes de las fuerzas de seguridad”, indicó el informe de la entidad, que precisó que el 29% de las víctimas había denunciado a su agresor, el 19% tenía orden de restricción de contacto o perimetral y sólo el 4% disponía botón antipánico.
“Es decir que la denuncia judicial, el botón antipánico y la restricción perimetral no son garantía para las mujeres en la Argentina”, dijo a DIARIO POPULAR Javier Miglino, director de Defendamos la República Argentina.
Según el informe difundido ayer, en los primeros 100 días del año se cometieron 52 femicidios, lo que implica que una mujer fue asesinada en el país cada dos días.
“Del total de casos -indicó el trabajo- 41 fueron femicidios directos, es decir, perpetrados por varones por razones asociadas al género, seis vinculados a niños, dos por interposición en el hecho y dos vinculado a niñas”.
La luctuosa cifra de episodios de violencia de género se acrecienta con los 64 intentos de femicidios registrados en el mismo lapso y tres casos de suicidios femicidas, es decir mujeres que se suicidaron por motivos de violencia machista. El trabajo destacó que sólo el cuatro por ciento de las víctimas disponía de botón antipánico.
En cuanto al tipo de arma homicida, el informe reveló el alto grado de violencia comprometida en este tipo de crímenes. “Cuarenta por ciento de los femicidios se produjeron utilizando un arma blanca, 23 por ciento fueron asesinadas con arma de fuego y 27 por ciento por golpes y ahorcamiento, lo que demuestra el nivel de terrorismo doméstico que estamos tolerando”, precisó Miglino.
El especialista enumeró algunos de los casos más resonantes ocurridos en los últimos meses en los que la característica fue que se trataba de mujeres muy jóvenes, ultimadas por sus parejas o ex parejas.
Tal es el caso de Úrsula Bahillo, una joven de 18 años que fue asesinada el 8 de febrero de 2021 de 15 puñaladas con un cuchillo de carnicero por su ex pareja, Matías Ezequiel Martínez, de 25 años, un policía que tenía antecedentes psiquiátricos, a quien la joven había denunciado 18 veces. El hombre tenía una orden de alejamiento o restricción perimetral y había sido denunciado varias veces por violencia de género.
Otro caso de alta notoriedad fue el de Guadalupe Curual, de 21 años, madre de una niña de un año, que fue asesinada el 24 de febrero pasado por su ex pareja. El homicida, que se suicidó, tenía dos restricciones perimetrales, la había amenazado de muerte 48 horas antes y terminó matándola a cuchillazos en pleno centro de Villa La Angostura, Neuquén, luego de correrla más de 100 metros.
Miglino cargó contra la justicia y los jueces a quienes señaló como grandes responsables de los femicidios. “Tenemos un problema muy serio: una muy mala respuesta del sistema judicial y del Estado en su totalidad ante el riesgo de muerte que padecen las mujeres, por el solo hecho de ser mujeres”, dijo.
Según el letrado, “el femicidio es el último estertor de violencia, pero su gestación viene de mucho antes y por eso puede prevenirse y evitarse”.
“Sabiendo que la pandemia de coronavirus ha empeorado la situación, ya que muchas mujeres viven obligadamente con sus agresores, y sabiendo también que estamos teniendo una mujer asesinada cada dos días, es hora de parar esta locura. Si no, este estudio quedará desactualizado en pocos días y se perderán preciosas vidas”, concluyó Miglino.