“AMOR, GANAS, PASIÓN, VOCACIÓN Y SOBRE TODO ORGULLO”
Esto responde un voluntario de CHARRUARTE cuando le preguntan ¿por qué hace lo que hace?.
Marcelo Ortíz, presidente del Taller Socio Cultural CharruArte, no sólo lo dice, sino lo demuestra con sus acciones junto al grupo de voluntarios de dicha organización.
En recorrida por el departamento Concordia, llegué a Los Charrúas invitado por este grupo que desde el 2004 están llevando distintas actividades que tienen como objetivo darle alegría y contención a los niños de los barrios detrás de las vías.
Fue una interesante y larga charla, enriquecedora por cierto, donde contaban que CharruArte se había formado inicialmente como un grupo de teatro y que luego fueron implementando otras actividades sociales, culturales y educativas para los niños y adolescentes.
“No hay mal que por bien no venga” dice el refrán y es lo que les pasó a estas personas cuando fueron desalojados de una propiedad de nación y administrada por el municipio. Es lamentable cuando desde la política (mal empleada), se trata de detener o desanimar a la gente de bien que quiere mejorar su barrio, su pueblo o ciudad, sólo por celos o no comprender sus funciones.
CharruArte sobrevivió a eso y lo fortaleció. No impidió que los sueños de este grupo se lleven adelante.
Quedé asombrado cuando en otro pasaje de la conversación contaron que han presentado más de 150 proyectos al Concejo Deliberante, a través de la banca del pueblo en muchos casos y que ningúno haya sido aprobado o acompañado por este órgano municipal.
Hoy, además del apoyo escolar a los niños y permitirles el uso de su biblioteca, entre otras actividades, aunque limitados por la pandemia, realizan la entrega de merienda a casi 90 chicos, dependiendo el día. Es posible con el trabajo de los voluntarios y la personas o empresas que colaboran haciendo entrega de harina, leche, chocolate, yogur entre otras cosas. Cuentan con el apoyo de la iglesia y Cáritas.
Al final de cada año realizan su fiesta, una gran puesta en escena que convoca a los niños y sus familias. Participan artistas, peridiodistas y personalidades a las que CharruArte agasaja.
El grupo humano que conforma CharruArte deja en alto a lo largo y ancho del país, a través de sus representantes, a esta comunidad que debería sentise orgullosa de ellos y como dicen sus reyes institucionales “CharruArte somos todos”.
Quisiera invitar a que ayudemos a este grupo, que doy fé que lo que recíben lo vuelcan en los niños.
Celebro que existan organizaciones similares en nuestra ciudad con la misma vocación, seriedad y fuerza, donde los mayores incentiven a nuestros jóvenes a participar, compartir y ser protagonistas de los cambios.
Por último mis felicitaciones y respeto a toda esa gente dedicada a servir. ” Todos quienes están en CharruArte tienen una historia personal, una historia de vida y el dar un poco de ellos les reconforta el alma” concluyo Eduardo Cristina.