EL PODER IMPOTENTE
¿Toque de queda a ciudadanos y contribuyentes responsables?
Circula en las redes sociales que el ejecutivo de la ciudad de Concordia baraja la posibilidad de implementar un toque de queda desde las 22 hs. A causa de la proliferacion de fiestas privadas y de algún conflicto puntual ocurrido durante una de estas reuniones masivas durante la madrugada del primer dia del nuevo año.
Cabe preguntarse ¿es util?, mas aún ¿es posible?
Sobre la utilidad de la medida, podemos decir que para restringir la realización de eventos se puede recurrir a los vecinos y ciudadanos responsables, que son aquellos que estando cerca de los lugares de “festejo”, pueden poner a las autoridades en alerta para de ese modo evitar la realización del evento, si es que no responde a lo autorizado, para detenerlo antes de comenzar, sin mecionar la relativa facilidad de detectar las convocatorias, que se hacen abiertamente por redes sociales.
A la pregunta de si es posible controlar, la respuesta debería remitir a la primer pregunta nuevamente: La sociedad se encuentra en un estado de grave estancamiento económico que viene generando modificaciones en los estilos de vida que trascienden la infección por el virus. Se cuentan por cientos las personas que han perdido sus fuentes de trabajo, sus negocios y lo que es peor, los sueños y esperanzas en ellos depositados.
Convendría dejar de tratar a la población como pequeños y comenzar a respetar lo que la sociedad demanda. Con responsabilidad, con ciencia, con prevención inteligente. La fuerza bruta aplicada sobre toda la población no puede ser la única respuesta a una crisis sanitaria.
La gente que se quiere cuidar, puede elegir cuidarse. Otros no querrán y otros no tendran mas remedio que seguir adelante pese al riesgo. Es poco probable que quien encuentra su paga acreditada y por ende su economia solucionada del 1 al 5 de cada mes pueda cobrar dimensión de lo que significa para el cuentapropista, este tipo de medidas. Aplica aquí el dicho “solo el que carga su propia agua, conoce el valor de cada gota”
Conviene recordar estructuras legales superiores a los decretos zonales:
Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.(declaracion de derechos humanos)
Refrendado por el art. 14 de la consitución nacional
“Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino”
Mientras que el art. 23 establece las condiciones para suspender estos derechos fundamentales:
En caso de conmoción interior o de ataque exterior que pongan en peligro el ejercicio de esta Constitución y de las autoridades creadas por ella, se declarará en estado de sitio la provincia o territorio en donde exista la perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la República condenar por sí ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino.
Para una lectura clara de estos parrafos, no es menester del ejecutivo local limitar la circulación en base a decretos que contradicen expresamente la constitución nacional. Ni siquiera en base a los argumentos ya expresados por motivos sanitarios.
El poder es la capacidad de hacer las cosas, mientras que la autoridad es la habilidad para hacerlas, una de las primeras condiciones es que el ejemplo debió ser dado en las situaciones particulares que condujeron a la situación actual, donde en pleno foco de la infección por covid, el estado permitió la aglomeración de multitudes por los diferentes eventos de publico conocimiento tales como el tratamiento de la reciente ley del aborto o el inesperado funeral del ídolo futbolístico.
Allí, donde los gobernantes aplican la doble vara es donde pierden la validación popular para ejercer el poder que transitoriamente han recibido como administradores de las cosas del estado. Alli es donde la capacidad se separa de la habilidad.
Hay poder, pero impotente, pues carece de la autoridad necesaria para ser validada.
Existen otras maneras de hacer las cosas, requieren preparación, orden y consenso, pilares fundamentales de cualquier sociedad civilizada.
COLABORACION:Tinta Roja