INTERNACIONALES

EE.UU. AVANZA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL MURO FRONTERIZO CON MÉXICO

La Oficina de Administración de Tierras transfirió más de 26,3 hectáreas de terrenos públicos en Arizona y Nuevo México para tal fin.

La Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos dijo el martes que transfirió más de 26,3 hectáreas de terrenos públicos en Arizona y Nuevo México al Ejército para la construcción de infraestructura relacionada con el muro fronterizo.

El total transferido alcanza 21,4 hectáreas en el condado de Yuma, en Arizona, que son necesarios para instalar energía eléctrica y otros servicios para el muro fronterizo en la zona.

Otras 5 hectáreas en el condado de Hidalgo, en Nuevo México, fueron transferidas para que el Ejército pueda instalar electricidad y otros servicios así como para estructuras o caminos que permiten el acceso al proyecto del muro fronterizo en el área.

Esto constituye la segunda vez en el último año que la agencia transfiere tierras públicas al ejército para trabajos de construcción relacionados con el muro fronterizo. La primera vez fue en septiembre de 2019, cuando transfirió 226,6 hectáreas en ambos estados.

William Perry Pendley, director adjunto para programas y políticas de la agencia, dijo que la dependencia ha dado prioridad a trabajar estrechamente con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus iniciales en inglés) y el Departamento de Defensa (DOD por sus iniciales en inglés) para minimizar el impacto en la vida silvestre y los recursos naturales de las tierras que administran.

“Donde no pueden evitarse los problemas, el DHS y el DOD han demostrado su compromiso para atenuarlos”, dijo Pendley en un comunicado.

La agencia, que administra un total de 99,1 millones de hectáreas de tierras públicas, dijo que las transferencias obedecen en parte a las cuestiones de seguridad fronteriza y responden a los riesgos ambientales causados por los cruces fronterizos ilegales.

El gobierno del presidente Donald Trump pretende construir 724 kilómetros de barreras en la frontera sur. La mayoría de las nuevas construcciones son cercas de acero de nueve metros de altura.

Grupos ambientalistas y conservacionistas, así como tribus indígenas de Estados Unidos, han criticado duramente al gobierno por conceder exenciones a leyes a fin de realizar construcciones en tierras protegidas.

Brian Segee, abogado principal del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que la Oficina de Administración de Tierras debería salvaguardar los terrenos públicos, “no entregarlos para que los sacrifiquen un favor del muro frontal”.

El centro y otros organismos han presentado demandas en contra del gobierno del presidente Trump sobre su uso de fondos militares para la construcción de barreras fronterizas, asegurando que es una práctica ilegal.

Los caminos, la iluminación y demás infraestructura que está siendo instalada a lo largo de los territorios fronterizos son un desastre para la vida silvestre y las comunidades, y un absurdo despilfarro de dinero. El intento de la agencia de contarlo de otra manera es ridículo “, afirma Segee en un comunicado.

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