¿HAY VIDA EN JUPITER?
Imágenes obtenidas a través del telescopio espacial James Webb (JWST) arrojaron que la luna Europa contiene un material en su superficie que brindaría la posibilidad de albergar vida.
Desde hace largo tiempo, el telescopio espacial James Webb (JWST) fue testigo clave de distintos hallazgos que le permitieron significativos avances a los científicos en el estudio del espacio exterior, y ahora dos sondeos provenientes de las imágenes captadas por el potente artefacto informaron que en una luna del planeta Júpiter, en el hielo de dióxido de carbono (CO2) encontrado en su superficie sería un indicio de que es el lugar más prometedor del sistema solar para buscar vida.
Los estudios del hielo de dióxido de carbono (CO2) en la luna Europa de Júpiter indican que esto se origina en una fuente dentro de su océano interno, según explicó el coautor del estudio Christopher Glein, geoquímico del Southwest Research Institute de Texas, en Estados Unidos.
Que esta fuente de carbono pudiese albergar vida alimenta las sospechas suscitadas desde hace muchos años, con la salvedad de que ahora hay evidencia científica.
En tanto, Conrado Kurtz, astrónomo y referente del Observatorio Mirador del Cielo de Merlo habló con Cadena 3 sobre este descubrimiento y remarcó que “Europa” se trata de una de las lunas más grandes de Júpiter.
Opinión calificada
“Si bien desde fines de la década del 70 y comienzos del 80 se sabía que esta luna estaba completamente cubierta de hielo, de agua, se sabía, se sospechaba la presencia de un océano con agua líquida muy salada en su interior”, y añadió: “Sería una consolidación acerca de que, en este océano subterráneo, tendría la posibilidad de desarrollarse alguna forma de vida. Todavía no se ha comprobado esto”.
Por otra parte, Kurtz profundizó acerca de estas misiones a cargo de la investigación. “La NASA, a través de Europa Clipper, va a estudiar justamente en profundidad a esta luna. También está la sonda europea Juvis, que ya ha sido lanzada para explorar no solamente Europa, sino también Ganímedes y Calixto en la búsqueda de evidencias de alguna forma de vida en el interior de estos satélites”.
Por último, el astrónomo sostuvo que el descubrimiento representa “buenas noticias” para aquellos que quieren encontrar alguna forma de vida, aunque sea microscópica, en el sistema solar.
En conclusiones promisorias, los investigadores habían detectado la presencia de hielo sólido de CO2 en la superficie de Europa. Sin embargo, no fue posible determinar si el CO2 se originó en el océano subterráneo.