INTERNACIONALES

DISEÑADORA EVANGÉLICA SE NIEGA A TRABAJAR PARA BODAS GAY

La corte falló a favor de la diseñadora Lorie Smith, cristiana evangélica, al considerar que ejerció su derecho a la libertad de expresión.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó a favor de la diseñadora web que se negó a trabajar en bodas entre personas del mismo sexo por motivos religiosos.

La corte falló por seis votos a favor por tres en contra en beneficio de la diseñadora Lorie Smith, cristiana evangélica, al considerar que ejerció su derecho a la libertad de expresión de acuerdo con la Primera Enmienda de la Constitución.

Smith demandó al estado de Colorado en 2016 al entender que su rechazo no era un ataque discriminador sino una defensa de sus principios religiosos. El flamante dictamen entiende no solo que Smith estaba en su derecho de negarse a trabajar en esas bodas, sino que nunca incumplió la normativa antidiscriminación del estado de Colorado.

“La Primera Enmienda contempla a Estados Unidos como un lugar rico y complejo, donde todas las personas son libres de pensar y hablar como deseen, no como exige el gobierno”, explicó el juez de la Corte Suprema Neil Gorsuch en su escrito de la opinión mayoritaria del tribunal.

La jueza Sonia Sotomayor, que escribió una opinión disidente a la que se unieron los otros liberales de la Corte Suprema, criticó a la mayoría diciendo: “Hoy, la Corte, por primera vez en su historia, garantiza a empresas abiertas al público el derecho constitucional a rechazar servir a una clase protegida”.

Para los que se oponen a la postura de la diseñadora, un fallo como el de este viernes “abre la puerta a que las empresas comiencen a discriminar a clientes, negándose a servir a negros, musulmanes, parejas interraciales, etc”.

Entre los otros oponentes de Smith se encontraban también el gobierno del presidente Joe Biden y 20 estados, en su mayoría de tendencia demócrata, incluidos California, Nueva York y Pennsylvania.

Según la Smith, “no se puede obligar a artistas a hacer un trabajo que va en contra de sus creencias”, y para ella, hacer una web para una boda gay era algo que iba contra “la verdad de la Biblia”.

Este caso marca la segunda vez en seis años que la Corte Suprema enfrenta el problema de un propietario de un negocio que dice que su religión le impide crear obras para una boda entre parejas del mismo sexo.

El caso anterior fue el del panadero Jack Phillips, también de Colorado, quien se negó a hacer una torta de casamiento para una pareja gay.

La pareja demandó y el caso llegó hasta la Corte Suprema, que respaldó al pastelero, pero la decisión –emitida en 2018– no aclaró la cuestión sobre si la Primera Enmienda permite la discriminación de negocios abiertos al público según las creencias religiosas de sus propietarios.

En el documento sobre ese caso, el juez Anthony M. Kennedy -ya retirado- reconoció que la corte no quiso ahondar en esa cuestión y que debería decidir en “futuras controversias similares a este caso”.

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