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DISCAPACITADA SE ARRASTRÓ EN UN AVIÓN PORQUE LE QUISIERON COBRAR POR UNA SILLA DE RUEDAS

Una joven abordó un avión “low cost” y tuvo que arrastrarse por el suelo cuando le quisieron cobrar un extra por una silla de ruedas. Mirá el repudiable episodio en esta nota.

Un vuelo desde Australia hasta Bangkok generó un repudio generalizado por el insólito trato que recibió una joven con discapacidad. Ante el intento de la aerolínea de cobrarle un “extra” por una silla de ruedas, la muchacha tuvo que arrastrarse por el pasillo del avión.

Esta pasajera denunció a la firma de vuelos “low cost” porque asegura que la sometieron a un momento “humillante” al tener que descender del avión sin que pudiera usar una silla de ruedas.

Los tripulantes de a bordo le negaron usar de manera gratuita el vehículo para desplazarse arriba del avión y una persona filmó toda la escena. El clip se viralizó rápidamente en las redes sociales y la compañía tuvo que expresarse al respecto.

La víctima del insólito maltrato es Natalie Curtis, una joven oriunda de Queensland, que volaba en la aerolínea australiana “Jetstar” desde la ciudad de Townsville a Bangkok, con una escala en Singapur.

De esta manera, la mujer contó que le ofrecieron una silla de ruedas de pasillo estándar para abordar en Singapur. Sin embargo, cuando aterrizó en Tailandia le anunciaron que tendría que pagar para usar otra silla para bajarse.

Ante la situación, Cutis se negó a pagar el monto y remarcó que nunca antes le habían exigido que pagara por una silla y que por eso no le quedó otra opción que arrastrarse a través del pasillo para bajarse del avión.

En tanto, la pasajera también reconoció que la barrera del idioma entre ella y los empleados de la firma pudo haber provocado el malentendido.

“Cuando llegamos nos pedía que pagáramos y realmente no lo comprendí, y dije: ‘No, no voy a pagar para poder bajarme de este avión'”, explicó ante un medio australiano. “La opción que me quedaba era tirarme al piso y gatear”, completó Curtis.
Si bien la joven trajo su propia silla de ruedas en el vuelo, era demasiado grande para entrar en la cabina. La compañera de viaje de Natalie reveló que el personal “obviamente trató de ofrecer levantarla y cargarla, pero si la hubieran dejado caer eso habría sido 10 veces peor”.

Por su parte, un vocero de Jetstar negó que los trabajadores de la firma le solicitaron el pago por el uso de una silla de ruedas y difundió un comunicado oficial.

“Nos disculpamos sin reservas con la Sra. Curtis por su experiencia reciente mientras viajaba con nosotros”, expresó el empleado y apuntó como problema a una falta de comunicación.
“Estamos investigando lo que sucedió con carácter de urgencia”, sumó el portavoz de Jetstar y aseguraron que le ofrecieron a Curtis un reembolso y otra compensación.

Sin embargo, la joven prometió no volver a volar con la compañía nunca más y escribió en Facebook: “Definitivamente, la experiencia más humillante que he tenido viajando. No quiero que nadie más pase por lo que tuve que pasar”.

DISCAPACIDAD
AUSTRALIA

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