EN ENERO UNA FAMILIA NECESITÓ 78.624 PESOS PARA NO CAER EN LA POBREZA
La suba de los alimentos encarece las canastas básicas, inaccesibles para quienes perciben salarios mínimos. El conjunto de bienes que traza la línea de la indigencia subió 4,2 por ciento por encima de la inflación general y se ubicó en 34.334 pesos por encima del salario mínimo.
La canasta básica alimentaria, compuesta de los productos mínimos que una familia necesita para poder comer y no ser considerada indigente, aumentó 4,2% en enero, por encima de la inflación general del mismo mes (3,9%). La canasta básica total, que suma algunos bienes y servicios básicos y traza la línea de la pobreza, tuvo un alza de 3,3% intermensual.
El informe publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) indica que un hogar de cuatro integrantes necesitó en enero un ingreso de $34.334 para no caer debajo de la línea de indigencia y $78.624 para no ser considerada pobre.
Así, un salario mínimo ($33.000) no alcanza para mantener a una familia no ya fuera de la pobreza, sino de la indigencia. Por otra parte, dos salarios mínimos no son suficientes para comprar la canasta básica total.
El dato de las canastas se conoce dos días después de la publicación de la inflación oficial de enero, que marcó la inflación de alimentos más elevada desde noviembre de 2019, al registrar una suba de 4,9%. La escalada se explica principalmente por el aumento de las verduras, que subieron 30% en el conglomerado del Gran Buenos Aires por temas vinculados a la estacionalidad y a condiciones climáticas que afectaron las cosechas.
En la comparación con enero de 2021, la canasta básica alimentaria aumentó 44,7% y la canasta básica total, 39,3%, por debajo de la inflación general (50,7%).