Son más de $ 50.000 millones para 500.000 personas. El Gobierno busca llegar al doble. Los entrega la AFIP.

La AFIP entregó 500.000 créditos a tasa cero para monotributistas y autónomos. Aunque el objetivo del Gobierno es llegar a un millón de beneficiarios, ya fueron desembolsados alrededor de $ 50.200 millones para los que pidieron el beneficio.

Hasta ahora, estos créditos alcanzaron a un tercio del universo posible, que es de un millón y medio de monotributistas y autónomos. El Gobierno extendió el plazo de inscripción por un mes.

Los créditos a tasa cero se entregan en tres cuotas mensuales, con un máximo de $ 150.000. Pueden aplicar las categorías de monotributo B hacia adelante. La financiación contará con un período de gracia de 6 meses a partir de la primera acreditación y luego, a partir del mes siguiente, se reembolsará en al menos 12 cuotas mensuales iguales y consecutivas.

A partir del momento de la primera acreditación y hasta la total de la cancelación del “Crédito a Tasa Cero” se impedirá la posibilidad de obtener adelantos de efectivo con la tarjeta.

Ante el pago parcial del saldo liquidado de la tarjeta de crédito, los fondos que las entidades financieras perciban deberán ser imputados en primer lugar a la cancelación de estas cuotas. La normativa indica que en el resumen bancario de cuenta correspondiente deberá informar el cobro de cada cuota como un concepto aparte y debidamente identificado.

No podían solicitar el crédito aquellos que hayan hecho compras mayores al 80% de sus ingresos promedio mensual ni quienes hayan facturado entre el 12 de marzo y el 12 de abril una cifra mayor al promedio mensual del ingreso bruto mínimo de la categoría en que estén registrados.con un límite de compra al menos igual a la financiación que se le acredita, sin admitirse el cobro de costo alguno por la emisión de esa tarjeta ni por su mantenimiento, excepto en este último caso que el cliente realice consumos por montos superiores al importe acreditado o una vez cancelada la financiación desee conservar la tarjeta.

Los que no tenían tarjeta de crédito podían acceder a una, con ciertos límites de financiación